Andrea Taboada se quebró en vivo por la secuela que le quedó: "Me hace mal, me hace llorar"

Andrea Taboada sorprendió al referirse a las secuelas que enfrenta a raíz de haber tenido coronavirus. En pleno relato, la panelista rompió en llanto. 

Es bien sabido que el coronavirus puede dejar una serie de secuelas después incluso de que el paciente ya no tiene la enfermedad. Las mismas pueden ir desde la anosmia (falta de olfato) a otros más graves, como lesiones en los pulmones. En ese sentido, la periodista contó que en su caso, además de algunas molestias que no parecieran no revestir gravedad, hay un factor emocional que pesa bastante.

En "Los Ángeles de la Mañana" la periodista explicó que todavía siente cansancio y angustia. Este malestar emocional la hace pensar en que deberá buscar ayuda profesional. "El covid me dejó algo que no puedo describir, es un bajón. Sigo con un poco de cansancio y me parece que voy a tener que volver a hacer terapia", reconoció. Y agregó:

Yo soy muy pila y siento que no retomé mi energía. Todo me angustia, me hace mal y me hace llorar.

Fuente: (El Trece)

"No quiero hacer de esto un show, pero me pongo mal", aclaró la panelista, que también rememoró lo que vivió con el marido de su hermana. "Les digo la verdad, ayer sin querer, en la calle, fui a comprar y me encontré con mi cuñado, que hacía un montón que no lo veía. Es el esposo de mi hermana mayor. Verlo fue raro. Él ya está vacunado. Pero es una sensación extraña. Yo siento que no soy la misma Andrea", agregó.

"No tengo la energía que tengo siempre. Es una sensación tan extraña que, evidentemente, voy a tener que hacer terapia. A él, a mi mamá, a mi hermana, los vi contadas las veces. Eran videollamadas. Pero cuando me pasó eso, a la tardecita, yo creo que todos estamos mal, con esto del encierro, la crisis económica, no poder ver a la familia y a los amigos", continuó la periodista de espectáculos. 

Cabe recordar que Taboada comunicó que se había contagiado de coronavirus hace poco más de un mes. En aquel momento, la periodista contó que al principio confundió la enfermedad con una fiebre. En aquella ocasión, comentó: 

Día a día fueron como aplacándose los dolores de cuerpo y cabeza, pero cuando recibí la noticia creo que volvió todo junto.