Wanda Nara se sinceró sobre Mauro Icardi

Wanda Nara es tendencia incluso cuando no está en la Argentina. La joven empresaria logró ser una persona que no depende de los medios de comunicación tradicionales para que las personas sigan hablando de ella. En la actualidad cuenta con más de 10 millones de seguidores en Instagram y una marca de cosméticos. 

Wanda Nara mide cada paso que da en sus redes sociales a punto tal que genera polémica cuando deja de seguir a Mauro Icardi. Eso se debe a que el año pasado el deportista mantuvo una relación virtual con China Suárez y Wanda decidió hacer pública cada decisión que tomaba. 

Lo cierto es que hace unos días que Mauro Icardi no está activo en redes sociales. Eso llamó la atención de muchos fanáticos que pensaron que una nueva crisis de pareja se estaba gestando. Sin embargo la empresaria se encargó de negar que ella le manejaba la cuenta a Icardi. 

Sin ir más lejos en una de las últimas fotos que la pareja compartió el perfil de Mauro no está disponible. Parece que la historia se repite ya que luego de la separación Icardi tuvo limitado su Instagram. Wanda por su parte continúa fomentando el interés de sus seguidores en sus proyectos con un juego de preguntas y respuestas. 

En la noche de ayer, la empresaria se tomó el tiempo para contestarle a las personas que le preguntaban sobre su vida privada. Una de ellas le consultó: "¿Qué consejo le darías a a tus hijas si las ves llorar por alguien?". Fiel a su estilo Wanda fue tajante en su respuesta: 

Nunca me vieron llorar por nadie. Espero que tengan la misma suerte.

Las palabras de Wanda no son escritas al azar. Tal como publicó en una foto todo está estudiado como si fuera una partida de ajedrez. La mediática no habría llorado por Icardi en ningún momento pese a la mala experiencia que vivió y que casi termina con su matrimonio. 

Es habitual que se vea en Wanda Nara una persona que va al frente ante las situaciones. Tanto es así que puertas para adentro su actitud sería igual y ese legado es el que le deja a sus hijas. Francesca e Isabela aún son muy jóvenes para llorar por amor pero espera que nunca tengan que hacerlo.