Papa Francisco: "Suegras, tengan cuidado con sus lenguas"

Que las suegras son los personajes menos queridos en la estructura familiar no es ninguna novedad. Sin embargo, nadie imaginaba que el Papa Francisco dirigiría sus palabras hacia ellas y las tomaría como protagonistas de su última audiencia general.

Aunque suene como un tema trivial, el Sumo Pontífice se refirió a ellas durante su último encuentro con los fieles católicos que se acercaron a escuchar su voz. Tomando el "Libro de Rut", donde se plantea la relación entre una viuda y su suegra, puso énfasis en la necesidad de tender un puente entre los ancianos y las nuevas generaciones.

La máxima autoridad de la iglesia cristiana pidió superar los prejuicios a partir de los "lugares comunes sobre vínculos de parentela creados por el matrimonio, sobre todo entre suegra y nuera". 

Sus años de evangelizar en la Argentina, de tomar conocimiento de las realidades que ocurren entre las personas y de sus modos de relacionarse le permiten tener un conocimiento vasto del modo en que se ve a estas personas. "Hoy en día, la suegra es un personaje mítico", dijo el Papa.

Recomendaciones

El líder de los católicos, que reside en el Vaticano, le pidió a la gente modificar su forma de referirse a ellas. "No digo que pensemos que son el diablo, pero siempre se dice que son malas. Pero son la madre de tu marido, de tu mujer”, enfatizó.

A la vez, redobló la apuesta y ahondó que "son también madres, son ya mayores y una de las cosas más bonitas para las abuelas es ver a sus nietos. Es cierto que a veces son un poco especiales, pero han dado todo". En ese marco, le hizo una recomendación especial a las nueras: "Al menos hazlas felices, deja que lleven su vejez con felicidad”.

Sin embargo, a la otra parte también les hizo una sugerencia. “A vosotras les digo: tengan cuidado con sus lenguas", les dijo. Con las siguientes palabras del pontífice estallaron las redes. "Es uno de los pecados de las suegras, la lengua”.

El consejo del Papa Francisco para unas y otras no terminó en el comentario que muchos tomaron en torno de burla. Al contrario, fue más allá, al asegurar que los ancianos no son un desperdicio, y que se considera "pecado grave" si así los consideraran. Instó a cuidarlos en la enfermedad e incluso "sino están muy bien de la cabeza".