Argentina ya tiene su primera santa

En tiempos difíciles, cuando todo pareciera ir mal y todas las salidas parecen cerradas, muchas personas recurren a la religión, ya sea para pedir, implorar o simplemente dar las gracias por algún milagro. Así es que eligen creer en Dios, un ser superior o en alguien en quien depositar su fe. Es por ello que hoy el pueblo cristiano de Argentina celebra tener su primera santa, una ignota mujer, desconocida para casi todos.

A la mayoría, la noticia dada a conocer esta mañana, los tomó por sorpresa: una laica santiagueña se convertirá en la primera santa del país. ¿Pero quién era esta mujer que logró tal reconocimiento del Papa Francisco? ¿Qué hizo para ser merecedora de la santidad de parte del sumo pontífice? Su historia de vida es extensa, pero haremos una historia de vida resumida. Queda demasiado para contar.

Se llamaba María Antonia de Paz y Figueroa, aunque todos la llamaban simplemente "Mama Antula". Nació en 1730, en Villa Silípica, una antiquísima zona de Santiago del Estero. Fue hija de Miguel de Paz y Figueroa y de María de Zurita y Suárez de Cantillana, un matrimonio acomodado de aquellos años. Así fue que logró tener una educación importante, en contra de lo sucedido con el resto de las mujeres por aquellos años. 

"Fue una mujer que vivió fuera de su tiempo histórico", dijo la periodista Cintia Suárez. A la vez, se informó que la santa "se rebeló al mandato cultural del siglo XVIII y al credo familiar que respetaba los estereotipos femeninos de la época". Tal es así que "a los quince años desafió a su padre al avisarle que no se casaría ni sería monja". Sí, aunque en las imágenes aparece vistiendo un hábito oscuro, no era monja.

Sin embargo, decidió consagrarse a la oración y al apostolado, muy cerca de los padres jesuitas, la misma congregación a la que pertenece el papa Francisco. Cuando éstos fueron expulsados del virreinato, ella continuó su tarea evangelizadora y también el apostolado de los ejercicios espirituales, tal cual lo consigna el "Vatican News". Pese a la hostilidad con que fue recibida en diversas lugares, eso no menguó su intención de "seguir organizando cursos de Ejercicios Espirituales".

Así fue que "viajó a diversos lugares: Santiago del Estero, Silípica, Loreto, Salavina, Soconcho, Atamasqui, entre otros". Más tarde, haría visitaría "provincias como Catamarca, La Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán". Es más, en 1779, "después de un viaje de 1400 km" se presentó ante el virrey y el obispo de Buenos Aires. Luego fue a Colonia y Montevideo, en el actual territorio de Uruguay. Todos esos viajes los hizo a pie, descalza.

Inició la construcción de lo que hoy es uno de los edificios más antiguos de Buenos Aires, la Santa Casa de Ejercicios Espirituales en la Avenida Independencia número 1190, según lo detallan sus historiadores. Para ello, "peregrinó de puerta en puerta, con el fin de recaudar fondos para la construcción de la Casa de Ejercicios". Tal es así que "sus esfuerzos también fueron conocidos en Francia y su epistolario fue traducido posteriormente a varios idiomas".

La primera santa argentina falleció el 7 de marzo de 1799 a la edad de 69 años. "Se calcula que entre 70.000 y 80.000 personas se habían beneficiado de la experiencia de los Ejercicios Espirituales" durante toda su vida. Su proceso de Beatificación comenzó en 1905 y fue beatificada el 27 agosto de 2016, en Santiago del Estero, gracias a un decreto del Papa Francisco. Su canonización sería el próximo año en la plaza de San Pedro, en Roma.