CHATO PRADA
Chato Prada: qué dijo su hija del casorio
La hija del productor no tenía un buen lazo con la madre de su hermano.
Chato Prada es unos de los productores más queridos. Su verdadero nombre es Pablo Prada y se hizo conocido por sus rápidas apariciones en “ShowMatch” y “El Bailando por un Sueño”. Mientras realizaba su trabajo, logró ganarse el cariño de la gente a pesar de su timidez.
El Chato Prada también tomó popularidad cuando confirmó su noviazgo con una de las reconocidas bailarinas del canal. La pareja se apoya mutuamente en cada proyecto. Ambos formaron una hermosa familia cuando llegó su retoño, Valentín Prada, a quien consienten.
El compañero de Lourdes Sánchez está viviendo uno de los mejores momentos de vida. Esto se debe a que está completamente enamorado de la correntina y esto quedó evidenciado cuando le propuso casamiento en el carnaval de esa provincia.
Cuando los videos del compromiso comenzaron a viralizarse, las redes sociales se completaron cientos de publicaciones de famosos que los felicitaban por el hermoso paso que estaban dando. Los enamorados no dudaron en compartirlo y agradecerles por sus augurios.
Este 6 de febrero, el productor está cumpliendo su aniversario de nacimiento número 55. En su cuenta persona de Instagram le llegó uno de los mensajes más esperados, el de su hija Florencia Prada. “Feliz cumple papi” y habló por primera vez del casamiento de su padre: “Y felicidades por el casorio que se viene. Te amo”.
Felicidades por el casorio que se viene.
Qué pasó entre la hija del Chato Prada y Lourdes Sánchez
Chato Prada y Lourdes Sánchez comenzaron un lazo amoroso en el año 2013, esto fue una sorpresa para todos, pero aún más para la descendiente del director de televisión. Rápidamente se supo que a Florencia Prada no le agradó la noticia.
En una entrevista con el ciclo de entretenimientos “Este es el Show”, la hija del Chato Prada lo confirmó: “Mi papá podría estar con una persona más interesante, no con una ch*ca que no sabe quién fue el presidente después de la dictadura m*litar. Me da terror”. Afortunadamente, con el paso del tiempo, lo aceptó.
