Monedas argentinas: cómo reconocer los ejemplares antiguos que pueden valer miles de dólares

Para los que no están al tanto del término o desconocen el campo de la numismática, es menester definirla como una disciplina que se encarga del estudio y coleccionismo de las monedas y medallas, abarcando tanto las antiguas como las modernas, centrándose específicamente en el análisis de los mencionados ejemplares en su aspecto histórico, artístico y económico.

El término "numismática" proviene del griego "neûma", que significa "moneda", y fue acuñado por primera vez por el numismático alemán Julius Friedländer en el siglo XIX. Desde entonces, esta disciplina ha ganado popularidad y se ha convertido en un campo de estudio apreciado tanto por los coleccionistas de monedas como por los académicos.

Entonces, los numismáticos estudian y clasifican las monedas y medallas según diferentes criterios, como su origen geográfico, la época en que fueron acuñadas, el material del que están hechas, su valor numismático y su diseño artístico. Además, investigan la historia detrás de cada pieza, analizando los símbolos, inscripciones y marcas que puedan proporcionar información sobre la cultura, la economía y la política de la época en la que se crearon.

La numismática no solo es una disciplina académica, sino también un hobby apasionante para muchas personas. Los coleccionistas de monedas y medallas buscan adquirir piezas únicas y raras para ampliar sus colecciones. Además, estas piezas pueden ser una forma tangible de conectar con la historia, ya que cada una de ellas es un testimonio de una época pasada y puede contar historias fascinantes.

Con este contexto, se sabe que existen ciertas monedas que poseen características particulares, lo cual suscita un gran interés por parte de los coleccionistas dispuestos a desembolsar sumas significativas de dinero. Incluso una moneda antigua argentina que pueda encontrarse en tu bolsillo, armario o en cualquier rincón de tu hogar, podría tener un valor de hasta $1.200 dólares, como las monedas "mulas" o también denominadas híbridas.

El valor real de estas piezas puede variar entre los 600 y los 1.200 dólares, o incluso llegar hasta los 250.000 pesos argentinos, dependiendo de su versión. Estamos hablando de ejemplares acuñados entre los años 1978 y 1979, con un valor nominal de 100 pesos, conocidas como las "monedas de 100 pesos Ley".

El origen del error se remonta a 1978, cuando la Casa de la Moneda decidió participar en las celebraciones del bicentenario del nacimiento de José de San Martín. Durante ese año, se acuñaron monedas conmemorativas, las cuales presentaban en un lado la figura de San Martín (con las fechas de su bicentenario, 1778-1978) y en el otro lado el año de acuñación de la moneda, es decir, 1978.

Para el año 1979, se interrumpió la acuñación de la moneda conmemorativa que estuvo en circulación el año anterior. En su lugar, se introdujo una moneda muy similar que presentaba la imagen de San Martín, pero ya no representaba los años del bicentenario, sino una corona de laureles. A partir de este cambio, surgió lo que se conoce como la moneda "mula" o híbrida, debido a que se combinaron accidentalmente las monedas de los años 1978 y 1979 en una sola.

Entonces, las dos monedas híbridas se componen de la siguiente manera: una de ellas presenta el valor nominal y la fecha de acuñación de 1978 en una cara, mientras que en la otra cara se encuentra una ramita de laurel junto a la figura de José de San Martín. Esta es considerada la menos valiosa en el mercado numismático o en subastas, con un valor aproximado de alrededor de 600 dólares. En contraste, la otra moneda es la que tiene un precio considerablemente más alto. En ella se muestra la imagen del ilustre prócer argentino junto a la fecha de su bicentenario, 1778-1978, grabada en una cara, mientras que en la otra aparece el año de acuñación, 1979, junto al valor nominal.

Este error en el proceso de acuñación generó algo excepcional: dos monedas únicas de Argentina que podrían estar ocultas en alguna parte de la casa y que tienen el potencial de ser vendidas a precios extraordinarios. No obstante, es importante tener en cuenta que los valores pueden variar según la versión de la moneda que se posea, ya que siempre fluctúan en diferentes rangos dentro del mercado numismático.