Los pueblos más bonitos y tranquilos para una escapada cerca de Buenos Aires

Buenos Aires es una ciudad atrapante y cosmopolita, pero a veces puede resultar agobiante y estresante. Por eso, nada mejor que escaparse unos días a alguno de los pueblos más bonitos y tranquilos que se encuentran cerca de la capital argentina.

En esta guía te presentamos algunas opciones para que elijas la que más te guste y disfrutes de la naturaleza, la cultura y la gastronomía de estos lugares encantadores de Buenos Aires.

San Antonio de Areco

San Antonio de Areco es uno de los pueblos más tradicionales y pintorescos de la provincia de Buenos Aires. Se encuentra a unos 110 km de la ciudad y es famoso por su ambiente gauchesco y su patrimonio histórico. Aquí podrás visitar el Museo Gauchesco Ricardo Güiraldes, la Pulpería La Blanqueada, el Parque Criollo y la Iglesia San Antonio de Padua.

También podrás disfrutar de un asado en alguna de las estancias que rodean el pueblo, hacer cabalgatas por el campo o participar de las fiestas populares que se celebran durante el año.

Tigre

Tigre es otro de los destinos más elegidos por los porteños para escapar del bullicio de la ciudad. Se encuentra a unos 30 km de Buenos Aires y ofrece una gran variedad de actividades y atracciones. Lo más destacado es el Delta del Paraná, un conjunto de islas e islotes atravesados por ríos y arroyos donde se puede navegar en lancha, kayak o catamarán, practicar deportes acuáticos o alojarse en alguna cabaña.

También se puede visitar el Puerto de Frutos, un mercado al aire libre donde se venden artesanías, muebles y productos regionales; el Parque de la Costa, un parque de diversiones con juegos para toda la familia; el Museo de Arte Tigre, un edificio histórico que alberga una colección de arte argentino; y el Casino Trilenium, uno de los más grandes del país.

Chascomús

Chascomús es un pueblo tranquilo y acogedor que se encuentra a unos 120 km de Buenos Aires. Su principal atractivo es la laguna homónima, un espejo de agua dulce ideal para practicar pesca deportiva, remo, vela o windsurf. También se puede recorrer el casco histórico del pueblo, donde se destacan la Casa de Casco, la Capilla de los Negros, el Museo Pampeano y la Catedral San Juan Bautista. Otra opción es visitar alguna de las estancias cercanas, donde se puede disfrutar del campo, los animales y la gastronomía típica.