DANI LA CHEPI

Dani La Chepi recordó un duro momento de su infancia: "Lloraba a escondidas"

La influencer contó una anécdota que vivió a los 8 años.
domingo, 16 de mayo de 2021 · 14:00

Dani La Chepi cuenta varias anécdotas de su vida a través de su Instagram, esta virtud de contar vivencias la llevó a ser una influencer muy popular, y llegar a la televisión como participante de “MasterChef”. 

Daniela Vaggiamari, más conocida como “La Chepi” sorprendió al contar una historia de su infancia, más precisamente a los 8 años. A raíz de una situación vivida con su hija, se puso reflexiva y lo compartió con sus 3 millones de seguidores.

Isabella, su hija, invitó a su amiga a quedarse a dormir en su casa. La Chepi no muy convencida por la edad de las niñas llamó a la mamá y le consultó: “¿Qué hago si llora?”, a lo que la mujer respondió: “Qué va a llorar”. Dani La Chepi se convirtió en una famosa de las redes sociales por sus desopilantes videos con su hija Isa, cuando era muy pequeña. Muchas madres y padres comenzaron a seguirla al sentirse identificados con momentos cotidianos con niños en la casa.

Seguido de este video Dani contó: “Ahí me acordé cuando yo era chica. Mi papá no me dejaba quedarme a dormir a ningún lado”, dijo la influencer. Admitió que admira mucho esa generación donde había  restricciones y se requería el permiso de los padres. Dani, junto al psicólogo Gabriel Cartaña, hacen videos juntos y en muchas oportunidades hablan de crianza, hijos e infancias. 

Fuente: (Instagram)

Me decía '¿acá no tenés cama?'. Cuando me iba, a las  3 o 4 de la mañana inventaba dolores de oído, que me dolía el codo, y mi papá tenía que salir a buscarme. ¡Lo castrada que era!.

Luego, en un video junto a su pareja Javier Cordone la influencer confesó: “Le estaba contando a Javi que me fui a Mar del Plata cuando tenía entre 8 y 9 años y la pasé como el or** en todo el viaje, llorando a escondidas".

Ese viaje fue uno de los más recordados por lo que contó a continuación: “Cuando llegamos a Mar del Plata toda la familia de mi papá se bajó y yo no me bajé, el que manejaba tampoco así que me tuvo que volver a traer a Buenos Aires”.

Cuando llegué, una calentura mi papá me decía ¡No lo puedo creer! y mi mamá ¡Ay Daniela...!, como si fuese mi culpa, yo no me autocrié, ustedes me criaron. Aparte, tanto quilombo por 800 kilómetros.