Perros y Gatos: por qué tienen problemas de conducta

Los perros y gatos son las mascotas más comunes que tiene el ser humano. Cabe destacar que siempre se motiva la adopción animal, y no la compra de los mismos.

Sin embargo, tener perros y gatos en la casa puede ser tanto una bendición como un problema. Si bien se convierten en uno más de la familia, cuando tienen problemas de comportamiento generan más de un dolor de cabeza. Por eso te contamos cuáles son los orígenes de estos.

Un especialista en los comportamientos de estas mascotas dialogó en Canal 9 sobre los orígenes de los problemas de conducta animal. Resulta que no es solo responsabilidad de ellos, sino que los dueños tienen mucho que ver.

La mayoría de las causas las genera el propio ser humano.

Explicaron que lo principal que genera problemas de comportamiento en los perros y gatos es el “desmadre precoz”. Aseguran que estos animales deben permanecer con su madre y sus hermanitos por los menos 60 días, con el objetivo de que aprendan a controlar la mordida.

Por “desconocimiento” puede que el humano se autoprovoque estos conflictos con los animales en su casa. Sin embargo, no solo separarlo de sus familiares es el único problema que provoca que no se comporten debidamente. Como mencionaron en el sitio web "Estilo y Tendencia", es necesario entrenar a las mascotas debidamente para evitar destrozos en el hogar.

La falta de sociabilización es otro conflicto que genera que tengan mala conducta. Son animales acostumbrados a estar en manada y necesitan estar en contacto con sus pares, por lo que el “periodo de aprendizaje” para estar en sociedad es muy importante con el fin de que aprendan a comportarse debidamente.

Perros y gatos, ¿enemigos o no?

Ver perros y gatos juntos es algo no muy común. Podemos destacar las películas de Disney en las que manifestaban que estos animales están en constante “pelea”, y hasta existe la frase “como perros y gatos” para referirse a individuos que discuten constantemente.

Sin embargo, con el correr de los años es más cotidiano ver hogares en los que haya perros y gatos conviviendo. Claro está que esto puede ir de dos modos totalmente opuestos: se pueden adorar como se pueden detestar. Lo importante es tenerlos bien entrenados para que se comporten del mejor modo posible y no generen disturbios, ni destrozos en el interior de la casa.