PERROS Y GATOS

Perros y gatos: cómo compensar el calor

Los animales necesitan de las atenciones de sus dueños para estar bien.
lunes, 20 de marzo de 2023 · 16:04

Históricamente, las altas temperaturas se posicionaron como uno de los mayores problemas para todas nuestras mascotas. Esto se debe a que los perros y gatos son muy sensibles al calor, incluso más que las personas. En consecuencia, tienen un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.

Según el portal especializado de "Mundo Animal", esta situación suele darse en épocas de mucho calor y también cuando hay un alto grado de humedad. En principio, los perros y gatos son mucho más propensos a padecer un golpe de calor cuando todavía son cachorros o ya muy adultos.

Mecanismo de refrigeración

Hay diferentes formas para que las mascotas puedan compensar el calor, algunas propias de su organismo y otras con ayuda de sus dueños. Lo primero que hay que saber es que su piel está cubierta de pelo y no pueden regular la temperatura corporal a través del sudor como los humanos.

Juan Enrique Romero, médico veterinario, confirmó en "Que Mañana con Cala" que en los perros es la lengua la que actúa como el "radiador de calefacción". Ellos liberan el calor con el jadeo, liberando todo el aire y también la secreción de saliva que puede notarse cuando abren su hocico.

Un ambiente fresco

Si la mascota está libre, con o sin patio, siempre va a buscar el lugar que esté mejor en cuanto a temperatura. "Si tienen la suerte de tener aire acondicionado o mínimo un ventilador, hay que compartirlo con el perro o el gato", aseguró el veterinario respecto a evitar un ambiente mal ventilado.

Obviamente, también hay que ofrecerle al animal agua constante y a temperatura ambiente para prevenir la deshidratación. A su vez, es muy importante no sacarlo a pasear en los momentos de mucho calor porque puede derivar en un ejercicio exigente y se puede quemar fácilmente las patas.

Los perros y gatos suelen dejar a la vista cuando la están pasando mal o no están cómodos, por lo que es primordial estar muy atento a sus comportamientos. Por ejemplo, el decaimiento y los temblores son síntomas a tener en cuenta para actuar y llevarlo directo al veterinario si es necesario.

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