Ramiro Bueno pudo cerrar una cuenta pendiente con su padre, "El Potro" Rodrigo

El 24 de junio de 2000, un desafortunado accidente de tránsito terminó con la vida de "El Potro" Rodrigo. Fue el fin inesperado de uno de los ídolos populares más importantes. También fue el comienzo de una historia de desencuentros, de idas y vueltas entre sus familiares.

El tiempo hizo su tarea y fue cerrando las heridas, aunque el dolor no fue el mismo para todos. De hecho, Ramiro, el único hijo de "El Potro" Rodrigo tenía tres años cuando se produjo el accidente. Él y su madre iban en el vehículo y vivieron como nadie ese terrible momento.

Más allá de todo el dolor que la noticia generó entre sus fans, Ramiro quedó sin papá y, a partir de ese momento, sus días transcurrieron al lado de Patricia Pacheco, su madre, quien se convirtió en su único sostén y le impartió amar al cantante. 

Pero sucedieron muchas cosas en el camino y el hijo del cuartetero tuvo que ir incorporando el recuerdo de su padre, y aprendiendo a ser alguien más que "el hijo de". Desde su lugar, no fue fácil, pero lo hizo.

Aun así, le quedaban materias pendientes, que recién ahora está pudiendo cumplirlas. Una de ellas es regresar al sitio de la autopista Buenos Aires La Plata, donde el compositor perdiera la vida, el mismo lugar donde se separó para siempre de su papá.

"Veintitrés años después pude volver al lugar donde nos separamos físicamente", contó. A la vez, en medio de emociones encontradas, explicó cómo había sido aquél momento. Por ello, señaló que "espiritualmente no te encontré en ese lugar". No estaba porque "siempre supe que en cuanto la vida nos separó del plano terrenal, tu alma se fusionó con la mía".

Tal es así que Ramiro le dijo a su padre, como si estuviera frente a él: "Son 23 años viejo y seguís más presente que nunca". Asimismo, agradeció "a todos sus fanáticos por recordarlo con tanto amor". Y no dudó en afirmar que "Rodrigo es eterno gracias a ustedes".