Rodolfo Barili presentó a su madre

Rodolfo Barili es uno de los periodistas que nunca decepcionan. Él es una de las personas que saben utilizar correctamente las palabras para cada momento y se informa constantemente para estar a la altura del cargo que tiene hace más de 20 años.

Rodolfo Barili continúa participando del noticiero de la tarde del canal Telefe. Las últimas semanas el conductor estuvo ausente debido a que se había tomado unas vacaciones con el objetivo de pasar su luna de miel, la cual había sido postergada con anterioridad.

En este período fue comunicando a sus seguidores cuáles eran los lugares que recorría a la par de su esposa a través de las plataformas digitales. Todas estas cosas lo mantienen muy contento y el periodista no duda ni un momento en compartirlo con su comunidad.

En las últimas horas el compañero de Cristina Pérez regresó al lugar donde nació: Rauch, en provincia de Buenos Aires. Allí se reencontró con la persona más importante de su vida, su madre. Como no podía ser de otra manera, la presentó una vez más en sus redes sociales.

El comunicador expresó con mucho amor: “Ella, feliz con el delantal nuevo que le eligió su nuera”. Al mismo tiempo develó que le cocinó: “¡Dante y yo felices por los sorrentinos tremendos que vamos a comer!”. Con todo el cariño le agradeció por las acciones de servicio: “Gracias vieja querida por tanto mimo. ¡Siempre es lindo pasar tiempo en casa! ¡Te amo!”.

¡Te amo!

La difícil historia de vida de la madre de Rodolfo Barili

El esposo de Lara Piro no tuvo una vida fácil, pero fue más llevadera gracias a la valentía de su madre. Su padre los abandonó cuando apenas él tenía 8 años. Así ella tuvo que hacerse cargo de una casa y mantener a su familia sola. El sueldo de maestra le alcanzaba, pero no le sobraba.

Así ella pudo salir adelante con sus dos hijos. Antonia Di Biase se define en su cuenta de Facebook como “docente jubilada, abuela feliz y agradecida a Dios por la familia”. Por eso, Rodolfo Barili vive agradecido por tener a una madre como ella: "Gracias, vieja, por no darme una vida cómoda, sino llena de desafíos hermosos. Aprender de vos ha sido el más lindo de los recorridos posibles. Jamás un atajo”.