Flor Vigna contó lo que pasó con su mamá: "me pierdo de valorar a la vieja"

Por estos días, Flor Vigna se encuentra trabajando a full, no solo en sus shows musicales y la producción de sus temas musicales, sino que también está ensayando a full para su próxima participación en el próximo "Bailando". De hecho, ella ya fue ganadora en dos oportunidades del certamen de Marcelo Tinelli.

A la par de todo eso, Flor Vigna mantiene una intensa relación con Luciano Castro, con quien comenzó a salir hace casi dos años y cada día parece más enamorada. Así, entre el amor y su creciente carrera profesional, pareciera no tener el suficiente tiempo para sus otros afectos.

Es así que la artista sorprendió esta tarde cuando contó que le hizo una canción para su mamá, Viviana Pereyra, como un homenaje a todo que ella significa en su vida. Además, reconoció que suele dejarla de lado, prefiriendo sus proyectos laborales. 

Casi como una catarsis y una confesión pública, la bailarina reconoció ante sus seguidores en las redes sociales, que ya suman más de cinco millones y medio, lo importante que es su madre en toda su mundo, tanto profesional como privado.

"Muchas veces me la paso corriendo detrás del trabajo", confió la cantante. A la vez, admitió que "entre los nervios y el estrés me pierdo de valorar cosas como los consejos o la comidita de mi vieja". A modo de ejemplo, reconoció que "la otra vez discutí con ella" y, aunque "algo me decía abrázala, no es importante tener razón, mi acelere no me dejaba darme cuenta".

Ante ello, expresó que uno de sus amigos le sugirió que convirtiera esas emociones en canción. "Ahí me di cuenta que si tuviera todas esas cosas por las que corro pero no la tuviera a ella, todo mi mundo se pondría tan triste". Fue entonces que escribió un tema que luego se lo envió a su madre, "nos abrazamos tan fuerte que tuve ganas que mi mamá sea eterna".

Es así que la conductora prometió "bajar el acelere en el que vivo" y también "encender la conciencia y valorar cada momento juntas". A la vez, deseó "valorar todos los colores" que ella le da a su vida. De este modo homenajeó a su mamá, quien "nació en Bolivia y quedó huérfana cuando era muy chiquita", según supo contarlo. A la vez, señaló que Viviana "llegó al país con su abuela, con quien atravesó situaciones muy dolorosas".

Flor Vigna no se olvida que "creció en un orfanato de monjas, haciendo de todo: cocinando, limpiando y estudiando". Es más, "a los 19 quedó embarazada de mi hermano, sin tener nada, pero nada, y la peleó con dos hijos”. No caben dudas que tiene demasiado que agradecer a la mujer que le dio la vida.