Titi Fernández, el conmovedor recuerdo del peor día de su vida

Tití Fernández es uno de los comunicadores deportivos más reconocidos de Argentina. Estaba cumpliendo ese rol, en Brasil, cuando su hija Soledad, que seguía sus pasos en la profesión, sufrió un gravísimo incidente automovilístico que terminó con su vida. A ocho años de su desaparición física, rememora aquel trágico 2 de julio de 2014. Lo hace desde la emoción, con los recuerdos latentes y siempre teniendo como guía la luz que ella le dejara.

"Estaba en Bello Horizonte, desayunando, esperando a Sole que venía de San Pablo", contó Tití Fernández. "Nos habíamos despedido en la cancha con un beso y un ‘chau pa, hasta mañana’, pero en lugar de llegar ella, vino muy nervioso el Negrito Carneiro, el camarógrafo que trabajaba conmigo en Brasil", contó sobre aquél fatídico día. Fue él quien "me dio la peor noticia que recibí en mi vida". 

Lo que vino después fue terrible. "Imposible describir, me paralicé, empecé a a gritar que no podía ser, que no podía haber muerto mi hija, que era un error, pero era verdad". Los recuerdos del exparticipante de "MasterChef Celebrity Argentina" son tan vívidos que conmueven hasta las lágrimas. 

"Yo sin saber qué hacer", enfatizó. Entonces, "apareció la generosidad de mucha gente que se puso a disposición, con el vicecónsul Mariano Guida, Noelia Real, Carneiro y Rambert, un productor, y un equipo médico, porque tenían miedo que me pasara algo, arrancamos para Oliveira".

Los momentos más difíciles

Para el periodista, el problema era "cómo se lo decíamos a Nora", su esposa, quien estaba en Miami junto a la familia del Mono Burgos y Sergio George. Por ello, "hablé con mi querido amigo, el Dr. Guillermo Bortman que consiguió que le dieran unos tranquilizantes antes de que yo la llamara". Sin embargo, reconoció que "tuve que mentirle, decirle que estaba muy complicada".

Incluso le dijo que "la íbamos a trasladar en un avión sanitario y la iban a sacar adelante", cuando él sabía que era imposible. "Tuvieron que sacarle el chip del teléfono porque la noticia estaba en todos en los medios y no quería que se enterara". Pero, "todo muy difícil". Natàlia George y el Mono Burgos se trasladaron con ella, "el viaje fue interminable".

Con el corazón hecho trizas, recordó que lo peor estaba por venir. "No se imaginan lo que significa tener que reconocer una hijita". Como si eso no fuese suficiente, tuvo que "hacer todos los trámites para poder traerla a Buenos Aires, mucho dolor, horas sufridas que me van a acompañar toda la vida".

En medio de tanto dolor, Tití Fernández agradeció el gesto de Mariano Recalde, el presidente de Aerolíneas. "De por vida voy a agradecerle todo lo que hizo para que pudiéramos trasladar a Sole esa misma noche". Ya sin fuerzas para seguir escribiendo, le habló a su hija: "Sole, amor, ya pasaron ocho años y cada día te extrañamos más".