La herencia oculta de Maradona

Diego Armando Maradona fue uno de los jugadores más famosos del mundo y uno de los mejores futbolistas de la historia. El ex jugador del seleccionado argentino falleció en circunstancias sospechosas, que aún investiga la justicia, el 25 de noviembre de 2020, a poco menos de un mes de haber cumplido los 60 años. 

La polémica siempre existió en torno a la familia Maradona, ya que el futbolista fue reconocido, además de por su memorable carrera deportiva, primero como jugador y luego como DT, también por tener varios hijos en distintas partes del mundo y con distintas parejas.

Desde su fallecimiento existe mucha especulación en base a la herencia del Dios del fútbol. Los hijos reconocidos para reclamar la herencia Diego son: Dalma y Giannina, ambas son fruto de la relación del Diez con Claudia Villafañe, con la cual estuvieron casados por más de 14 años. Dalma es la mayor, tiene 35 años y Gianina tiene 33. Diego Jr tiene 36 y es el primer hijo de Maradona, aunque fue reconocido por el futbolista mucho tiempo después, es hijo de la italiana Cristiana Sinagra, quien lo conoció mientras Diego jugaba en el país europeo. Jana Maradona tiene 27 años y su madre es Valeria Sabalain. Dieguito Fernando nació en 2013 en medio de la conflictiva separación que Diego estaba teniendo con Verónica Ojeda, su mamá. 

Hay mucho dinero en juego, y ahora parece que hay una gran fortuna oculta. Según se conoció en las últimas horas, la suma oculta es de 100 millones de dólares, que fueron generados en Dubai, un paraíso fiscal si se fija residencia en el mismo.

El portal de Venezolanos en Colombia, Armando Info, investigó esta situación y llegaron a la conclusión de que el dinero proviene de negocios de Maradona con Venezuela, ya que él le vendía semillas, granos y cereales.

En un momento se especuló con que los herederos ya estaban cobrando parte de ese dinero, pero los mismos informaron que esa fortuna que esperaban recibir ya no está, se esfumó. Una fortuna que contiene miles de millones de dólares.

Por contrato, Maradona cobraba una comisión sobre todo lo que se comercializara, y había una intermediaria italiana, compraba los granos en el continente americano y desde Italia los importaba a Venezuela, lo que elevaba los valores de producción.