SIRENA DE FIYI

La sirena de Fiyi: un espectáculo de siglos revelado

Desde el abismo de lo insondable, surge un relato que trasciende la ficción. La Sirena de Fiyi, ¿es acaso un eco de mitos milenarios o un deslumbrante engaño de los sentidos?
viernes, 12 de abril de 2024 · 17:11

El encanto y el misterio que rodeaban a la Sirena de Fiyi la convirtieron en un ícono de asombro y debate desde que emergió en la escena del siglo XIX. Este ser mítico se destacó como una de las exhibiciones más notorias de Phineas Taylor Barnum, el visionario detrás del circo Barnum y Bailey, conocido por su habilidad para el ilusionismo y el marketing.

Phineas Taylor Barnum tenía un talento especial para descubrir y presentar una variedad de maravillas y rarezas, capturando así la atención de las masas. Entre sus numerosas presentaciones, se encontraban figuras como el hombre elefante, la dama con barba, el hombre de estatura diminuta y, por supuesto, la enigmática sirena de Fiyi. La pregunta persiste, ¿cuál fue el origen de la posesión de la sirena por parte de Barnum?

La narrativa comienza en el año 1822, cuando Samuel Barrett Edes, un capitán de marina de Estados Unidos, adquirió una sirena de marineros originarios de Japón. El capitán Edes afirmaba que la criatura había sido encontrada en las proximidades de las Islas Fiyi, situadas en el Océano Pacífico Sur, y describía a la sirena como un ente híbrido, parte mamífero y parte pez, similar a las criaturas legendarias de antiguas narrativas.

Posteriormente, el capitán Edes trasladó la sirena a la ciudad de Londres, donde la puso en exposición en un museo local y realizó anuncios en el periódico “The Mirror”. Después de la muerte de Edes, su descendiente procedió a vender la sirena a Moses Kimball, el dueño del Boston Museum. Kimball, a su vez, presentó la sirena a Barnum en Nueva York, quien se mostró tan fascinado por la criatura que le sugirió a Kimball un acuerdo para alquilar la sirena durante un periodo de aproximadamente 12 semanas.

Para presentar la supuesta sirena, Barnum desplegó una estrategia publicitaria que abarcaba desde la distribución de panfletos hasta la publicación de anuncios en prensa, acompañados de declaraciones de individuos que, presentándose como autoridades en la materia, validaban la existencia de la criatura. Además, encargó a un pintor la creación de un retrato de la sirena, resultando en la ilustración de una figura femenina con cuerpo de pez, una representación que distaba mucho de ser una verdadera representación de la misma.

“La sirena de Fiyi. La única sirena auténtica jamás exhibida. Capturada cerca de las islas Fiyi, en el Pacífico Sur. La maravilla más grande del mundo. Véala y créala”.

La habilidad de Barnum para seducir al público quedó demostrada cuando, con solo una frase y la obra de un pintor, consiguió que multitudes acudieran a su establecimiento, desembolsando 25 centavos para contemplar la atracción. Sin embargo, la expectativa se desvanecía rápidamente al encontrarse frente a una figura diminuta y desagradable, lejos de la belleza prometida, provocando un sentimiento general de desilusión entre los visitantes.

(Fuente: X. Foto de: @AncientOriginsE).

¿Qué fue de la sirena?

Tras su paso por el museo de Barnum, la historia de la sirena de Fiyi continúa generando curiosidad. Se cree que su origen se remonta a Japón, cerca del año 1810, donde formaba parte de una costumbre artesanal de los pescadores. Estos artistas marinos fusionaban la mitad superior de un mono con la mitad inferior de un pez, recubriendo la unión con papel maché y aplicando pintura para darle un acabado más realista.

Estas figuras míticas no solo eran piezas de arte, sino que también tenían un papel importante en la espiritualidad local, siendo reverenciadas como emblemas de prosperidad y fortuna. En cuanto a la sirena exhibida por Barnum, análisis posteriores revelaron que era un ensamblaje de partes de distintas especies: combinaba la cabeza y el torso de un mono rhesus con la cola de un salmón, y se encontraron incluso elementos de una iguana en su composición.

Sirena de Fiyi. (Fuente: Wikipedia).

Luego de ser expuesta por Barnum la sirena fue devuelta a Kimball en 1843, quien continuó mostrándola en su museo hasta 1859, luego de eso, se perdió el rastro de la criatura y se especulan varias posibilidades sobre su paradero. Están quienes sostienen que se vendió a otros museos, otros creen que la robó un coleccionista mientras que hay quienes sostienen que fue destruida en un incendio o inundación.

Lo cierto es que nadie sabe con certeza que sucedió con la sirena de Fiyi y desde entonces se han creado varias réplicas y copias que se atribuyen su identidad. Aun hoy, esta criatura sigue siendo un objeto de fascinación y misterio para muchas personas que se preguntan si alguna vez existió o fue todo un engaño.

Sirena de Fiyi. (Fuente: Vandal).

 

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