Un hombre pide dejar la domiciliaria para volver a prisión: "No aguanto a mi familia"

Un insólito pedido está causando revuelo. Un prisionero que se encontraba cumpliendo la condena en su casa violó la sanción para ir hasta la comisaria y pedirle a las autoridades que lo pongan tras las rejas. 

Las razones del individuo sorprendieron a las autoridades que, en un principio, no supieron qué hacer ni cómo tomar el caso que, este lunes le está dando la vuelta al mundo. 

En un pueblito de Italia hay conmoción por una historia que causa entre risas y dudas. El motivo es el pedido de un condenando albanés sentenciado por crímenes relacionados con el narcotráfico y quien se le otorgó la prisión domiciliaria. Sin embargo, los caribinieri (Policía italiana) quedaron atónitos tras el pedido del prisionero, quien fue a rogarles que lo devolvieran a prisión, por una razón insólita y un tanto desopilante.

Ya no aguanto a mi familia. Mi casa es un infierno, por favor mándenme de nuevo a la prisión, prefiero estar allá.

El descabellado pedido generó todo tipo de titulares en la prensa italiana que tomaron con gracia el pedido del albanés de 30 años, de quien se desconoce el nombre. “Mejor en prisión que bajo arresto domiciliario con su esposa. Albanés de 30 años se escapa de su casa y prefiere ir la cárcel”, consignó un titular de la prensa local.

Los hechos ocurrieron este fin de semana en Guidonia Montecelio, un municipio cerca de la capital italiana, Roma. Un lugar en el que se puede apreciar la típica postal italiana de la ladera de una montaña con casitas apiladas y la calles empedradas.

A la seccional de los carabineros de ese pueblito llegó el joven inmigrante y contó lo que lo acongojaba: “Mi casa es un infierno, no aguanto más la prisión domiciliaria, ya no soporto a mi familia, no quiero más la prisión domiciliaria que me dieron”.

Lejos de terminar su relato, que en otras reacciones, generó risas entre los policías que le tomaron la denuncia el albanés aseguró que: “estaré mejor en prisión”. La primera reacción de los uniformados, sorprendidos por el desopilante pedido, fue llevar al albanés de vuelta a su casa, ya que al no tener potestad para tomar una decisión judicial no podían hacer mucho más. Sin embargo, uno de ellos lo quiso “salvar” y se le ocurrió que al haber violado su prisión domiciliaria yendo hasta la comisaría, y eso es un delito, “procedieron a detenerlo y enviarlo a la cárcel”.