LIZY TAGLIANI

“Me daba vergüenza porque éramos pobres”: Lizy Tagliani a corazón abierto

La humorista contó los momentos más duros de su infancia.
domingo, 16 de mayo de 2021 · 10:00

Lizy Tagliani y Andy Kusnetzoff comparten de lunes a viernes un programa de radio, pero como los televidentes la adoran, visitó “PH, Podemos Hablar”. En una charla a corazón abierto, la conductora habló de los duros momentos que vivió en su infancia.

“Pasen al punto de encuentro los que alguna vez pasaron hambre o estuvieron cerca”, invitó Andy a los invitados. Lizy dio un paso al frente y al hablar de su madre y su infancia no pudo evitar romper en llanto. Lizy es una luchadora, así como se lo enseñó su madre, trabajando como peluquera de día y de noche en el teatro abrió su paso en el mundo del espectáculo.

No recuerdo haber pasado hambre yo, sí tenía muchos deseos de comer algunas cosas. Con el tiempo descubrí que mi mamá pasó mucha hambre para que yo no la pase. Ella estaba todo el día con el mate y nunca la vi comer.

Un sentimiento de culpa al día de hoy la invade por aquellos recuerdos de una mujer que luchó incansablemente por su hija: “Dormíamos juntas en una casita y escuchaba ruidos (de su panza) y no sabía que era de hambre. No registrar eso es una angustia tremenda y llegó un momento donde yo tenía vergüenza de mi mamá porque era gorda y porque éramos pobres”.

Fuente:(Telefe)

Angustiada, Lizy comenzó a entrar en más detalles, la humorista sabe que mucha gente que la escucha vivió por situaciones similares, y encuentran en la humorista una referente. 

Íbamos a comprar y yo caminaba un poco más atrás porque estaban mis compañeros. Creo que eso me va a dar culpa siempre y creo que no lo voy a poder resolver nunca porque no tuve la posibilidad de decírselo.

Aunque las declaraciones más fuertes fueron las que finalmente hicieron a Lizy llorar frente a las cámaras: “Mi mamá me daba un papelito con las cosas que tenía que comprar y estaban mal escritas. Entonces yo lo escondía porque me daba vergüenza que no sepa escribir, no lo hacía conscientemente”.

Con mi mamá pasamos mucho solas en una pieza, con un techo de chapa de cartón y un candado que ponía para protegerme por el barrio en el que vivíamos donde a las 2 de la mañana te abrían la puerta y mi mamá me escondía en un ropero.