Máxima de Holanda: la búsqueda implacable de la reina

Uno podría pensar que el trabajo más difícil para Máxima fue instalarse en un nuevo país y ser reina de Holanda. Sin embargo, una nueva información saca a la luz un desafío importante que vivió con sus hijas. 

La esposa de Guillermo se convirtió en madre por primera vez hace 17 años atrás y desde aquel día se encontró en la búsqueda de una niñera que esté en sintonía con lo que ella desea para sus tres hijas.

Una de las demandas más importantes que tuvo la reina de los Países Bajos fue que sus herederas sepan hablar español a la perfección. 

Por lo tanto, Zorreguieta comenzó la búsqueda de la niñera que estuviese acorde a sus deseos para el aprendizaje y cuidado de Amalia, Alexia y Adriane. 

Fuente: (¡HOLA! TV)

En la biografía no autorizada "Máxima: la construcción de una reina", se revela que la primera en conseguir ese trabajo fue Hansje Görtz. Una joven expertíz en este labor por haber estudiado en Norland College, un prestigioso instituto que enseña sobre el aprendizaje para cuidar a los hijos del más alto nivel social de las familias europeas.

Sin embargo, pasados los tres años Görtz decidió renunciar. Por lo tanto, Máxima y Guillermo debieron salir a la búsqueda de la niñera perfecta una vez más y fue con la ayuda de Eveline Van den Bent, asistente personal de la monarca, con la que decidieron apuntar hacia Argentina para encontrar a la indicada. 

Y fue Florencia Di Cocco, su compañera de jardín de infantes, la cual que le recomendó a su sobrina, Ana Roibon. En ese momento, Ana tenía 32 años y sabía cinco idiomas: inglés, francés, italiano, español y holandés. 

Roibon acompañó a las hijas de Máxima hasta que las mismas llegaron a la adolescencia en donde ya eran capaces de poder cuidarse solas. Sin embargo, no volvió a Argentina, por lo contrario, se instaló en Londres, Inglaterra para dedicarse a la organización de eventos, su gran pasión.