ESPAÑA

Rocío Dúrcal: la verdad respecto del nombre artístico que la catapultó a la fama

Conocé un poco más sobre el legado de la artista que aún sigue vigente.
martes, 29 de junio de 2021 · 01:30

Muchos músicos a lo largo de sus carreras se han atrevido a confesar que el nombre que los llevó a la fama, no es el mismo que tienen escrito en su documento; y que aquello ocurrió tras una sugerencia de algún influyente de la industria del entretenimiento que sostiene que para mantenerse en el ambiente hay que tener una denominación con significado.

En ese sentido, además de talento para sostener la fama, la apropiación de una denominación que al momento de la presentación suene fantástico y de una apariencia espectacular, es un detalle muy importante. Rocío Dúrcal lo entendió desde el primer momento ya que nunca se presentó con su nombre original: María de los Ángeles de las Heras Ortiz.

Rocío Dúrcal.

El largo nombre de la intérprete, claro está, no podría haber sido presentado en los escenarios. Por eso, y en vistas de que muchos ojos notaron que su carrera tendría el maravillosos futuro que demostró tener, le sugirieron de inmediato que encontrara una mejor opción, resultado que terminó siendo el adecuado a pesar de haber sido poco meditado.

Quien tuvo un protagonismo trascendental en su futuro fue su abuelo.

Fuente: (jorgeandretellez1)

Según se supo, fue aquel familiar quien adoraba el rocío de las mañanas, el que inspiró a Dúrcal a utilizar aquel nombre en su honor. Sin embargo, el apellido de quien fue amiga de Juan Gabriel, resultó aún más sorprendente ya que bien sabido es que aquella denominación es la misma a la de un pueblo de Granada, aunque Rocío no tenía nada que ver con ese lugar.

Además, la actriz, no había nacido allí, no tenía parientes ni amigos viviendo en ese sitio, ni tampoco ninguna anécdota representativa que la conectara. Por eso, el motivo por el cual ese terminó siendo el complemento de su nombre, radica en que decidida a definir su identidad artística tuvo una idea singular.

Rocío.

Tomó un mapa y al azar, marcó un punto que era nada más y nada menos la localidad que adoptó por apellido.

De esa manera, Rocío Dúrcal terminó consiguiendo un nombre artístico, por lo que claramente aquel extraño método de selección no fue desacertado, pues la encaminó hacia una carrera brillante por donde se la mire. Algunos especialistas en su obra aseguran que también entre las posibilidades se barajaron los términos “Fiestas” o “Benamejí”, pero no terminaban de cumplir con las expectativas del equipo que coordinaba su carrera.