“Me veo y siento pena por mí”: Nazarena Vélez expresó su arrepentimiento

Nazarena Vélez se expresa cada vez más naturalmente a través de las redes. Día a día es más común que se anime a compartir con sus seguidores hechos que la avergüenzan o de los cuales se arrepiente, como lo hizo hace poco cuando recordó la vez que le rompió el auto a Daniel Agostini, cuando este no la dejaba ver a su hijo.

También comparte fotografías que evidencian que se amigó completamente con su cuerpo, cuestión que años atrás la tuvo al borde de la muerte por consumir una cantidad incalculable de diuréticos y laxantes para mantener su figura estilizada y flaca.

Pero, afortunadamente, al día de hoy parece haberse liberado de todas estas observaciones ajenas que la limitaban en su vida cotidiana, por lo que se divierte haciendo memoria de algunas situaciones que, en su momento, fueron noticias terribles sobre su vida privada que ella misma se encargaba de exponer en los medios.

En esta oportunidad, Nazarena recordó una entrevista que dio en el programa de Susana Giménez, allá por el año 1998. La actriz había sufrido una situación violenta con su expareja dentro de un auto y, por la presión de la producción, su juventud y su poca experiencia en los medios, accedió a la invitación.

Me veo y siento pena por mí.

Esas fueron las palabras de Nazarena que, en este momento, reconoce que era totalmente innecesario ir al programa y sentarse en el mismo estudio con su agresor, ya que no tenía nada que aclarar, porque ella tenía bien en claro lo que había sucedido.

En aquel entonces, la producción la había invitado para que vaya a contar lo sucedido y, ante su negativa, le insistieron diciendo que, si ella no iba, iría solo su expareja y de esa forma el público se quedaría sólo con la versión del agresor. Por ello, decidió presentarse en el programa de Susana.

Como si eso fuera poco, Vélez recordó que, al día siguiente, también se hizo presente en el programa de “Versus”, donde recuerda que le hicieron bromas de muy mal gusto a las que ella se prestó sin entender la gravedad de las burlas que, hoy en día, no permitiría de ninguna manera.