Día del Veterinario: momento para combatir el especismo

Cada 6 de agosto es celebrado el Día del Veterinario, en honor a todos los profesionales que se dedican a cuidar de la salud de los animales.

Más allá de los motivos de su conmemoración, el correr del tiempo y la evolución de ciertas estructuras socioculturales han permitido adoptar una mirada renovada sobre la vida animal y sobre nuestro propio rol en concepto de las relaciones que manejamos con el resto de las especies. 

En ese sentido, todavía falta mucho camino por recorrer, desde la propia individualidad hasta las sociedades de consumo y las diferentes instituciones, para tumbar la concepción del especismo.

Para entender un poco más sobre esta cuestión, nos comunicamos con Roberto Gerosa, reconocido veterinario, quien ha dedicado su vida a los animales y que ha incorporado una concepción antiespecista con respecto a las prácticas humanas sobre la vida animal. 

• ¿Qué es el especismo? ¿Qué otros conceptos lo acompañan?

Cuando hablamos de especismo, nos referimos a una manera de discriminar a una especie basado en la pertenencia. En el caso de los seres humanos, esta concepción yace de forma predeterminada como una huella innata de nuestra especie. 

Con respecto al especismo y la comprensión de este concepto, Roberto señaló que existen otros dos conceptos que están estrictamente arraigados a esta materia: el antropocentrismo y el antropomorfismo. 

"Las especies humanas nos dividimos en animales humanos y animales no humanos. Con el antropocentrismo, nosotros, los seres humanos, estamos ubicados en el centro del universo, y desde esa postura omnipotente gobernamos al resto de la animalidad, olvidándonos que nosotros también somos animales", expresó. 

Por su parte, el antropomorfismo tiene que ver con la atribución de características humanas al resto de las especies y objetos, otro concepto en el que el veterinario hizo hincapié para entender los cimientos del especismo. 

"El especismo viene acompañado de todo lo mencionado anteriormente: no soportamos otras especies, ya sea por asco, repugnancia, crueldad, mandatos socioculturales o miedo. Un ejemplo podría ser los sapos, que son seres absolutamente inofensivos, que no hacen daño, y sin embargo se le realizan cualquier tipo de atrocidades sobre ellos". 

• Hoy por hoy, ¿Dónde se encuentra parada Argentina en términos de concientización de la vida animal? 

"Creo que vamos bien, de alguna manera. Por ejemplo, de repente se publicitan medicamentos que dicen 'no testeados en animales', ejemplificó Roberto, al igual que con las comidas y las nuevas tendencias alimenticias hacia el veganismo y vegetarianismo. 

Sin embargo, Gerosa explicó que estas prácticas "nunca tienen que ir acompañadas con agresión, porque nosotros nacemos con la huella del antropocentrismo" y agregó que "así como nacemos con la posibilidad de imitar desde que venimos al mundo, también venimos con el antropocentrismo incorporado". 

El veterinario también sumó que debemos corrernos de aquel lugar para relacionarnos con cualquier animal no humano, sea un perro, un gato, una foca, animales vertebrados e invertebrados de cualquier grupo: "Estamos en la era del cerebro, y sabemos que los animales poseen una función en el área de las emociones muy similar a la de los seres humanos"

Hay que reconocer que ahora los animales también tienen un valor ético que las religiones y la filosofía le quitaron para hacer con ellos lo que quisieron, como por ejemplo la matanza industrializada para la alimentación.

• El Dogo Argentino, un triste ejemplo

Gerosa explicó el caso del Dogo Argentino, una raza que desde tiempos inmemorables sufre de la supresión de su cola y de sus orejas.

"Ellos reflejan sus emociones a través de la cola: el miedo, la alegría, el enojo. Lo mismo ocurre con las orejas. Es una mentira que a los Dogos les cortan las orejas por ser perros de pelea. ¿Quién determinó eso? Es lo mismo que vos me digas que a cualquier ser humano lo vas a tener custodiado en una jaula porque también tenemos esa posibilidad de pelear". 

Ellos son lo que son y nada más. Somos nosotros los que los hacemos 'perros de pelea' .

Roberto añadió que los perros, como especie, obedecen a un tipo de trato y comportamiento de "ser doméstico": "Un dogo muerde pero muerde porque el humano fue llevando a la raza a que tenga esas reacciones, a que tenga una mandíbula más fuerte".

Pensamos que los perros no razonan, ¿y qué sabemos si no razonan? Son perros, razonan como perros. 'Pero no hablan' dicen algunos, entonces como no lo hacen, no tienen emociones. Y eso es mentira.

• ¿Cuáles son las maneras que tenemos para combatir el especismo? 

En este sentido, el veterinario mencionó la idea de utilizar otros medios de experimentación que no involucren necesariamente a los animales como un objeto de prueba, y que en caso de que así sea, tenga como fin un bien mayor para otras especies, como la humana y la misma especie animal, sin acceder a ese método de manera rutinaria ni industrializada.

Existen muchos métodos que no necesariamente requiere la utilización de animales, simplemente utilizando otros medios de experimentación, como la computación. 

Fuente: (Ética Animal).