Cabito Massa habló luego de su internación: “Pensé que no zafaba”

Cabito Massa apareció por primera vez luego de una dura internación en marzo de este año. Durante su recuperación estuvo acompañado de su hermana Alejandra, quien solicitó donaciones de sangre logrando que recibiera un tratamiento de última generación para la sanación de heridas.

En diálogo con Radio Mitre, Massa habló de cómo vivió el episodio. “El miedo cuando estás internado es si vas a salir, si no vas a salir, si vas a vivir, si no vas a vivir. Cuando dicen que te van a cortar una pierna, es un momento durísimo y muy difícil. Ya estoy caminando pero veremos cómo termina todo”, explicó. 

En este sentido, el ex integrante de "Basta para Todo" reveló: “El hecho de haber sido hiper obeso por tanto tiempo y ahora estar tan flaco y tan desnutrido. En su momento yo era diabético y lo que dañó la diabetes ya lo dañó. Es un cuidado constante que yo requiero y estoy viendo cincuenta mil médicos, ocupándome de lo que no me había ocupado durante tanto tiempo”.

Además, el periodista comentó los sentimientos que tuvo cuando estuvo internado: “Pensé que no zafaba. Veía la cara de preocupación de mi entorno, de los médicos. Mi estado anímico no avanzaba pero el hecho de no fumar y no tomar alcohol ayudó para que dentro del panorama que yo tenía, haya podido salir adelante. Y también me ayudó lo del plano que quieras creer”.

Al mismo tiempo, Cabito señaló que su pierna está totalmente “fuera de peligro, ya cicatrizó todo”. “Tengo dos clavos en un dedo que se podrían retirar de acá a quince días por lo que me van a ver con muleta”, indicó el comunicador.

Doce médicos me dijeron que me tenían que cortar la pierna y en ese momento, me quise morir.

En tanto, Massa concluyó que hay distintas opiniones entre los médicos, no es que unos son “malos u otros buenos”, algunos creen y otros no creen pero vos tenés que creer en vos mismo. Ahora dicen que mi pie es un milagro pero cada uno tiene que ir detrás de su milagro.

Cree en la ciencia, cree en lo espiritual pero tenés que creer en algo. La esperanza y el amor son un gran motor.