Mar Tarrés se encontró con la persona que menos esperaba

Mar Tarrés es una actriz especialista en el rubro de la comedia argentina. Nació en la provincia de Córdoba y saltó a la fama por ser artista de “stand up”. Además, participa de “La Academia” aunque fue eliminada tras unas pocas galas en el certamen de baile.

Por un motivo que Mar Tarrés es muy conocida por ser activista de la causa “plus size”. Siempre busca la manera de mantener la concientización sobre esta temática presente en los medios de comunicación. La problemática ha sido una de las causas más importantes a la hora de impulsar la ley de talles en nuestro país.

Recientemente, la actriz ha manifestado su interés en bajar de peso. Para eso comenzó a visitar un especialista que la está ayudando a poder controlar su estado de salud, y alcanzar el objetivo que ansía.

Sin embargo, la comediante vivió una pesadilla en un restaurante. Decidió darse un “permitido” y no pensar en la dieta que estaba llevando adelante en estos días. Pero todo tuvo un traspiés, ya que la elección del restaurante no fue la adecuada.

No saben lo que me pasó.

Cuando llegó al restaurante en cuestión, la comediante estaba muy entusiasmada por darse un gusto alimenticio como excepción de un día. Pero se encontró con la persona menos esperada: su propio especialista, el que la está ayudando a bajar de peso, estaba en el mismo lugar.

Podríamos pensar que tal vez no la reconoció, ¡pero sí lo hizo! Mar no sabía qué decirle, y se vio obligada a tener que seguir cuidándose con la comida por “obra del destino” según ella. ¿Lo peor de todo? Andaba con un pan dulce bañado en chocolate que tuvo que decirle que era para otra persona. ¡Pobre Mar!

Las quejas contra la empresa de Mar Tarrés

Además de dedicarse al rubro de la comedia, la actriz se convirtió en empresaria tras sacar a la venta su propia indumentaria “plus size”. Sin embargo, muchos han criticado que los precios son muy caros y que no hay nada de “inclusión” en su marca.

Frente a estas críticas, Mar Tarrés arremetió contra los “haters”. Refutó que su marca no es una caridad y que le parece pésimo que la critiquen por los precios a los que vende su ropa. Dijo que quien puede comprarla lo hace, pero que ella necesita pagar impuestos.