Walter Olmos: el recuerdo del cuartetero el día que cumpliría 40 años

Walter Olmos tenía 20 años y el país detrás de su carrera. Parecía que la vida le sonreía. Después de haber sufrido múltiples carencias y de haber atravesado una difícil situación económica, su historia parecía encaminarse para que vaya en busca de un futuro ideal. Sin embargo, sus sueños se desvanecieron en la madrugada del 8 de septiembre de 2002, cuando eligió irse de este mundo mientras compartía una velada con amigos.

El cantante había nacido en Catamarca el 21 de abril de 1982. Así que hoy estaría festejando sus cuatro décadas. Sin embargo, la vida de Walter se apagó a sus jóvenes 20 años. Su pasión por la música era tal, que fue llamado "la Locomotora catamarqueña" y considerado como el sucesor de Rodrigo Bueno, quien había fallecido dos años antes que él.

Walter era un apasionado de la música y siempre quiso ser cantante. Lo logró a través de Rodrigo Bueno, con quien estrenó su talento profesionalmente y dejó en claro que el cuarteto era su vida. Juntos, compartieron numerosos shows en Capital Federal y la Costa Atlántica. La adaptación del tema "Por lo que yo te quiero" lo llevó a la consagración.

Su primer trabajo en este arte llevó la música de Córdoba a su máxima expresión. En pocas semanas, logró vender más de 150 mil discos, un hecho considerado inusual entre los cuarteteros, pero que hablaba de la trascendencia que estaba logrando.

Éxito y caída

Luego de la muerte de su mentor, y ya con su nombre en la cúspide del cuarteto, Walter editó sus otros dos discos: "De Catamarca al Mundo" y "La Locomotora". Rápidamente, se convirtieron en un éxito y su nombre comenzó a sonar como el continuador de Rodrigo y su obra. Todos apostaban por él y por su futuro en el mundo de la música.

En abril del 2002, unos meses antes de su fatal desenlace, fue el protagonista de un accidente automovilístico en su Catamarca natal. En aquella ocasión, todos les rogaban que bajase los decibeles del frenético ritmo de vida que llevaba. Parecía que la advertencia había dado resultado.

Sin embargo, durante la madrugada del 8 de septiembre de 2002, él y un grupo de amigos festejaban su último show. Era todo alegría. Pero esta finalizó con su trágico destino. En ese entonces, se dijo que había estado jugando con un arma. Lo cierto es que su vida se apagó en un instante. 

Sueño cumplido

 Aquel pequeño que pasó una infancia colmada de problemas económicos, que tuvo que salir a trabajar para ayudar en el hogar que compartía con sus ocho hermanos, acabó con su prometedora carrera en una fría madrugada.

Walter tenía un sueño mayor: ayudar a las infancias, que sufrían necesidades como las que él pasó. No pudo lograrlo. Aunque el 6 de febrero de 2022, casi dos décadas después de que se fue, su familia le cumplió el sueño e inauguró un comedor comunitario y un merendero. Allí, asisten a decena de pequeños que buscan un plato de comida.