Rozín: su hija volvió a sonreír

Rozín cerró sus ojos hace más de cuatro meses. Sin embargo, su recuerdo permanece inalterable en todos aquellos que fueron impregnados por la magia de su vida, sobre todo en su círculo familiar: su pareja, sus hijos y las madres de estos.

Precisamente, los retoños de Rozín, Pedro y Elena, son las personas a quien él quería proteger y preservar para que no sufrieran su partida, y quienes fueron sus esposas hacen todo lo posible para que ellos puedan retornar a la normalidad, sin tanto dolor.

Hace un par de semanas, Carmela Bárbaro, mamá de Elena, la menor de las herederas del periodista, publicó una imagen rodeada de su hija, Pedro y la madre de este, Mariana Basualdo. Las dos familias se juntaron para celebrar no solo su cumpleaños, sino también participar de una fiesta judía que marca el paso de la infancia a la etapa siguiente. 

"Cuánta emoción", escribió Carmela. A la vez agradeció a Mariana, a quien calificó como "campeona del mundo", y al hermano de su hija le dijo: "Te adoro".

Días después, Carmela le contó a Catalina Dlugi, en "Agarrate Catalina", lo que significaba para su hija transitar la vida sin la presencia de su papá. "Nadie está preparado para afrontar un hecho así. Yo soy una mujer y no me puedo hacer a la idea de que me falte mi padre; imaginate ella", contó.

Asimismo, precisó que "nada amortigua el dolor ni el impacto. Creo que todo el tiempo no lo puedes creer; como si fuera una película".

Y de poco, Elena está volviendo a sonreír. Lo hizo en su cumpleaños y también el fin de semana, cuando recibió su cinturón amarillo de taekwondo. No es fácil, pero lo va logrando.

"Insisto en que la figura de su padre esté presente", dijo la exesposa de Rozín. "No es un tema tabú. A veces nos acordamos de cosas graciosas o de sus canciones favoritas, pero si en otro momento se pone triste, está bien que así sea".