Fort: el escalofriante misterio de la familia del chocolatero

Fort no deja de estar presente en la memoria de todos los argentinos. Los memes, los videos, sus memorables apariciones y peleas en la televisión argentina hicieron de su persona un ícono de la cultura.

No cabe duda alguna de que Fort permanece vivo a pesar de haber tenido un paso fugaz por los medios. Su impronta y la visión para el show marcaron un precedente en la forma en la que apareció el magnate de manera pública.

Chiche Gelblung contó en su programa, en 2021, que el heredero de Felfort recibió en efectivo más de 20 millones de dólares, sumado a las propiedades y otros bienes, de herencia de su padre. Pero la familia parecía haber estado destinada a la tragedia, casi desde su comienzo.

El contexto de la familia del chocolatero lo hizo quedar sumergido en una espiral de desgracias, que hasta el día de hoy llevan su nombre. El primero que llegó al país fue Felipe, el abuelo de Ricardo, un catalán que vino en la época más turbulenta de la historia europea, en 1912.

Fuente: (Crónica TV).

A temprana edad comenzó a trabajar en una fábrica de turrones de un paisano, pero 25 años después fundó su propia empresa. En esa misma época conoció a Asunción, la madre de Felipe, Eduardo, Marta, Amelia y Lalo, quien posteriormente se convertiría en el padre de Ricardo.

En la década del 60, Felipe hijo discutió sin piedad con el fundador de Felfort. Esa misma noche ingresó a su despacho, se encerró y se quitó la vida. Este momento quedó marcado para siempre en la memoria de todos. Su papá no volvió a ser el mismo y se dedicó a viajar solo a España en varias oportunidades, donde luego se conoció que tenía un romance paralelo con Encarnación Ruíz, conocida en Argentina como Aschira.

No le quedó un centavo y terminó pidiéndole plata prestada a su madre.

Lalo, el progenitor de Fort, también engendró a Jorge y Eduardo, quienes se encargaron de la fábrica tras su fallecimiento. Marta Campa, la madre, siempre lo protegió. Esto generó rivalidades con sus hermanos, quienes recién en 2009 volvieron a dirigirle la palabra. Así fue cómo se forjó una de las familias más poderosas de Argentina.