4 consejos para conservar tus monedas antiguas en buen estado: evita estos hábitos que las deterioran

Las monedas antiguas son piezas de gran valor histórico, cultural y económico que merecen ser cuidadas y preservadas. Sin embargo, muchos coleccionistas cometen errores que pueden dañar irreversiblemente sus monedas y hacer que pierdan su belleza y su autenticidad. En esta nota te vamos a dar 4 consejos para conservar tus monedas antiguas en buen estado y evitar estos hábitos que las deterioran.

No limpies las monedas sin consultar con un experto. Muchas veces, la limpieza de las monedas antiguas puede ser contraproducente, ya que puede eliminar la pátina, es decir, la capa de coloración que se forma con el paso del tiempo y que les da un aspecto único y original.

La pátina es apreciada por muchos coleccionistas, ya que refleja la historia y la antigüedad de las monedas. Además, la limpieza puede causar arañazos, marcas o corrosión en el metal, lo que puede reducir su valor. Por eso, antes de limpiar una moneda antigua, debes consultar con un experto o un tasador para saber si vale la pena o no hacerlo.

Si decides hacerlo por tu cuenta, debes usar productos suaves y naturales, como agua destilada, jabón neutro, vinagre o limón, y evitar productos abrasivos o químicos que puedan dañar el metal o dejar huellas. También debes usar cepillos de cerdas suaves o paños de algodón para frotar las monedas con cuidado y secarlas bien después.

No guardes las monedas en lugares inadecuados. El lugar donde guardes tu colección de monedas es muy importante para su conservación. Debe ser un ambiente seco, con poca humedad y no sometido a grandes cambios de temperatura. La humedad puede generar la oxidación de las monedas, especialmente las de cobre o hierro, y hacer que aparezcan manchas verdes o marrones. 

La temperatura también puede afectar al metal, haciendo que se dilate o contraiga y alterando su forma. Por eso, debes evitar guardar las monedas en lugares como el baño, la cocina, el sótano o el ático. Lo ideal es guardarlas en una habitación con buena ventilación y sin luz directa del sol.

No almacenes las monedas sin protección

Las monedas antiguas deben estar almacenadas de forma que eviten el contacto con los agentes contaminantes del ambiente, principalmente con el aire que contiene elementos que aceleran la oxidación de estas causándoles graves daños. Para ello, debes usar productos específicos para almacenar y organizar monedas, como cápsulas, fundas de plástico, álbumes de monedas, tubos para monedas o armarios o bandejas de madera. 

Estos productos deben ser de buena calidad y no contener materiales que puedan dañar las monedas, como el PVC, el papel ácido o los adhesivos. Además, debes tener en cuenta el tamaño y el tipo de metal de las monedas a la hora de elegir el producto más adecuado para cada una.

No manipules las monedas sin precaución

Cuando manipules las monedas de tu colección debes hacerlo con mucho cuidado y respeto. Debes evitar tocarlas con las m*nos desn*das, ya que el sudor y la grasa pueden dejar huellas que pueden dañar la superficie de las monedas. Lo mejor es usar guantes de algodón o látex para evitar este problema. 

También debes evitar frotarlas o golpearlas entre sí, ya que pueden causar arañazos o abolladuras. Lo más recomendable es usar pinzas o soportes para sujetarlas y manipularlas con delicadeza. Por último, debes hacerlo sobre una superficie blanda y limpia, como un paño o una alfombra, para evitar que se caigan o se rayen.

Siguiendo estos 4 consejos podrás conservar tus monedas antiguas en buen estado y evitar estos hábitos que las deterioran. Recuerda que las monedas antiguas son más que objetos, son testimonios de la historia y la cultura que debemos preservar y valorar.