Día Mundial del cáncer de mama: los beneficios de una alimentación saludable y una vida activa

El cáncer de mama es el tipo de cáncer más frecuente y la primera causa de muerte por cáncer en las mujeres de todo el mundo. Se estima que cada año se diagnostican más de 22.000 casos nuevos en Argentina. Sin embargo, si se detecta a tiempo, las posibilidades de curación son muy altas. Por eso, es fundamental la prevención y el diagnóstico precoz.

La alimentación y el estilo de vida son factores que pueden influir en el riesgo de desarrollar cáncer de mama, así como en la evolución y el pronóstico de las personas que lo padecen. Seguir una dieta equilibrada y mantenerse físicamente activo puede tener beneficios tanto para la salud general como para la prevención y el tratamiento del cáncer de mama.

Alimentación saludable, la clave para la prevención

La alimentación saludable consiste en consumir una variedad de alimentos que aporten los nutrientes necesarios para el buen funcionamiento del organismo, sin excederse en las calorías, las grasas, el azúcar o la sal. Elegir este tipo de alimentación saludable puede ayudar a prevenir el cáncer de mama de las siguientes formas:

• Mantener un peso adecuado. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de padecer cáncer de mama, especialmente después de la menopausia, cuando los estrógenos se producen principalmente en el tejido graso. Por el contrario, mantener un peso saludable a lo largo de la vida puede reducir el riesgo de cáncer de mama y mejorar el pronóstico y la supervivencia de las personas que lo padecen.
• Consumir alimentos protectores. Algunos alimentos tienen propiedades anticancerígenas, es decir, que pueden prevenir o inhibir el crecimiento de las células tumorales. Estos alimentos son principalmente los vegetales, como las frutas, las verduras, las legumbres y los cereales integrales, que contienen antioxidantes, fibra, fitoquímicos y otros compuestos beneficiosos. Se recomienda consumir al menos cinco raciones diarias de estos alimentos, preferiblemente frescos y variados.

• Limitar el consumo de alimentos perjudiciales. Algunos alimentos pueden favorecer el desarrollo o la progresión del cáncer de mama, ya sea por su contenido en sustancias nocivas o por su efecto sobre las hormonas o la inflamación. Estos alimentos son principalmente las carnes rojas y procesadas, los alimentos procesados y ultraprocesados, los alimentos ricos en grasas saturadas o trans, los alimentos ricos en azúcar o sal y las bebidas azucaradas. Se recomienda consumir estos alimentos con moderación o evitarlos.
• Moderar el consumo de alcohol. El alcohol es un factor de riesgo para varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de mama. El alcohol puede aumentar los niveles de estrógenos y dañar el ADN celular, lo que favorece la aparición o el crecimiento de tumores. Se recomienda limitar el consumo de alcohol a no más de una copa al día para las mujeres y dos copas al día para los hombres.

El cáncer de mama es una enfermedad que afecta a millones de mujeres en el mundo y que puede prevenirse y tratarse con éxito si se detecta a tiempo. El 19 de octubre se celebra el Día Mundial de Lucha contra el Cáncer de Mama, una fecha que busca concientizar y sensibilizar a la población sobre la importancia de esta problemática y las medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de padecerla.