Vinagre para tus plantas: cómo usarlo y lograr jardín sano y brillante

El vinagre se ha posicionado en el último tiempo en un producto realmente muy popular, siendo su versatilidad el principal motivo de ello. Uno de los ámbitos donde ganó más terreno es el la jardinería, gracias a su múltiples propiedades para el cuidado de las plantas, que normalmente se puede ver perjudicadas por un sin fin de factores.

Algunos problemas que pueden surgir si no cuidamos debidamente las plantas son el estrés ambiental a causa de condiciones climáticas adversas, enfermedades y hasta competencia entre ellas. En cualquiera de los casos, nuestros cultivos pueden sufrir daños, reducir su vigor, marchitarse y convertirse en un alimento para animales.

Por suerte, el vinagre se perfila como la solución natural a la mayoría de esas complicaciones, siempre y cuando se utilice de la manera correcta. Lo que tiene ese producto que lo hace tan elegido, además de sus múltiples beneficios, es el hecho de que se puede conseguir fácilmente en cualquier supermercado y a un precio accesible.

Los beneficios del vinagre en las plantas

1. Uno de los puntos más destacados tiene que ver con su capacidad de repeler hormigas y otros insectos que pueden resultar letales. En este caso, lo único que hay que hacer es rociar unas gotas de vinagre blanco en la tierra o alrededor del hormiguero para conseguir que abandonen la zona. Si lo haces regularmente, ni volverán.

2. El vinagre también funciona como herbicida, es decir, ayuda a mantener las plantas libres de las malas hierbas que pueden quitarle nutrientes a la raíz. Solo hay que mezclar 1/4 de zumo de limón natural por litro del producto estrella, poner todo en una botella de spray y rociar tanto hojas como tallos. Cuanto más bajo el sol, mejor.

3. También se puede emplear el vinagre para añadir hierro al sustrato o tierra donde crecen las plantas y cultivos. Para hacerlo, simplemente hay que verter un poco del líquido directamente sobre la tierra, con cuidado para no excederse porque puede ser perjudicial. Lo recomendable es usarlo en aquellas que prefieran suelos ácidos.

4. Son muchos los que sostienen que también sirve muy bien para ablandar esa cáscara exterior de las semillas y ayudar a la germinación. La clave está en poner tus semillas en remojo dentro de algún recipiente con agua y entre 5 y 8 gotas de vinagre blanco durante toda una noche. Así germinarán más rápido y más saludables.

5. Por último, pero no por eso más importante, el vinagre surge como el producto perfecto para obtener macetas y semilleros impecables. Primero hay que eliminar los residuos, luego llenar un bol con tres partes de agua y una de vinagre, remojar los recipientes, dejar actuar media hora y pasado el tiempo frotar con cepillo suave.

En cuanto a la limpieza de macetas, se recomienda no aplicar el método sobre las que sean de barro sin esmaltar o sin tratar, debido a que podría dañarlas o descolorarlas. Cabe recordar que, salvo que las tengas directamente sobre el suelo, ese es el espacio en donde tus plantas van a crecer, por lo que es clave tenerlo cuidado.