PLANTAS

3 consejos para mantener tu planta de damasco sana y bonita

Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, gracias a su contenido en licopeno, una sustancia que le da su color naranja.
martes, 5 de diciembre de 2023 · 21:31

El damasco es una fruta deliciosa y nutritiva que proviene de un árbol originario de Asia, pero que se adapta bien a climas templados y soleados. Si tienes la suerte de tener una planta de damasco en tu jardín o en tu balcón, seguramente querrás cuidarla bien para que te ofrezca una buena cosecha cada año. Para ello, te damos 3 consejos que te ayudarán a mantener tu planta de damasco sana y bonita.

1. Elige el lugar adecuado para plantarla

El damasco es un árbol que necesita mucho sol y calor para desarrollarse bien, por lo que debes elegir un lugar que reciba al menos 6 horas de luz directa al día. También debes evitar las zonas con vientos fuertes o heladas, ya que pueden dañar sus flores y sus frutos. Lo ideal es plantar el damasco en un suelo profundo, fértil y bien drenado, que no se encharque ni se seque demasiado. La distancia entre plantas debe ser de unos 4 a 8 metros, dependiendo de la variedad y el vigor del árbol.

2. Riega y abona tu planta de damasco con moderación

El damasco es un árbol que no requiere mucha agua, ya que es capaz de resistir la sequía. Sin embargo, es importante regarlo de forma regular y abundante durante la floración y el cuajado de los frutos, que suelen ocurrir entre marzo y mayo. Después, se puede reducir el riego a una vez por semana o cada 15 días, según las condiciones climáticas. El riego debe ser profundo, para que el agua llegue a las raíces, pero sin encharcar el suelo.

El abono también debe ser moderado, ya que un exceso puede generar un crecimiento exagerado del árbol y una menor producción de frutos. Lo recomendable es aplicar un abono orgánico, como compost o estiércol, una vez al año, en otoño o invierno, antes de la brotación. También se puede añadir un abono mineral, como fosfato o potasio, en primavera, para favorecer la floración y la fructificación.

3. Poda tu planta de damasco para mantenerla sana y productiva

La poda es una práctica esencial para el cuidado del damasco, ya que permite eliminar las ramas secas, enfermas o dañadas, mejorar la ventilación y la iluminación del árbol, y estimular la formación de yemas fructíferas. La poda se debe realizar una vez al año, preferiblemente en invierno, cuando el árbol está en reposo. Se debe seguir un sistema de poda en vaso, que consiste en dejar un tronco principal de unos 80 cm de altura, del que salen 3 o 4 ramas principales, que a su vez se ramifican en ramas secundarias y terciarias

Siguiendo estos 3 consejos, podrás disfrutar de una planta de damasco sana y bonita, que te regalará unos frutosdeliciosos y saludables. Recuerda que el damasco es una fruta rica en vitaminas A, B y C, en minerales como el fósforo, el calcio y el potasio, y en fibra, que te ayudará a mejorar tu digestión y a prevenir el estreñimiento. Además, el damasco tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y anticancerígenas, gracias a su contenido en licopeno, una sustancia que le da su color naranja.

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