Escándalo Fort: qué pasa entre Felipe y Eduardo

El legado Fort lleva años de historia convirtiéndose en una de las marcas más relevantes del país, Jorge, Eduardo y Ricardo fueron los herederos del imperio del chocolate, quienes mantuvieron el estatus de la marca. Aunque Ricardo no se hizo cargo de la empresa familiar, vivió su sueño al dedicarse a lo que realmente amaba, el mundo del entretenimiento.

Su vida estuvo ligada a conflictos, despilfarre y diversión, motivo que lo mantenía en una constante riña con su hermano Eduardo. Luego de su fallecimiento, su porcentaje de la empresa fue heredada a sus dos hijos, los gemelos Felipe y Marta Fort.

En su intento de adaptarse y de responsabilidad, los hermanos llevaron nuevas ideas hacia la empresa que no dejaban de ser rechazadas, motivo que lo llevó a tener varios enfrentamientos con su tío Eduardo y su primo Thomas, hijo de Jorge. Aunque no fue descartado por completo, el hijo del “comandante” se veía muy entusiasmado con su idea.

El j*ven presentó el proyecto de agr*ndar el famoso bocado de maní, pero fue rechazado por los directivos de la empresa, quienes dejaron su propuesta archivada. En su primera idea como accionista de Felfort para triplicar el tamaño del bocado Marroc, contó con el apoyo de su primo Thomas, aunque no pudieron avanzar con el lanzamiento del mismo.

Las diferentes ideas y la posibilidad de tomar decisiones marcó muchas diferencias entre la familia, quienes el año pasado dieron a conocer sus diferencias después de que se filtrara un fuerte chat de discusión. Felipe y Thomas defienden su lugar en el directorio de la empresa, motivo por el cual los llevó a tener un fuerte enfrentamiento con su tío Eduardo.

Pero todo conflicto familiar tiene sus momentos de reconciliaciones y tregua, parece que la familia encontró el suyo. Los gemelos viajaron a Alemania junto a su abogado Cesar Carozza para una cumbre de empresarios que se realizaba en Düsseldorf, donde se encontraron con su tío y primo.

El viaje de Alemania unió a la familia Fort, quienes se mostraron compartiendo divertidos momentos juntos. No todo fue negocio, la histórica ciudad alemana despertó la curiosidad turística en los Fort, quienes disfrutaron de los lugares emblemáticos de día y de los bares a la noche.