Amalia Granata llega a la Universidad por un insólito motivo que la hizo estallar en redes

La carrera de Amalia Granata parece no tener límites. Llegada a nuestras vidas a mediados de 2004 por un supuesto romance, del que habló muchísimo en televisión, con el cantante estadounidense Robbie Williams, ha logrado construir una extensa trayectoria en los medios de comunicación de nuestro país, sobre todo en los dedicados a la farándula y al espectáculo.

En los últimos años, sin embargo, su vida ha dado un tremendo giro desde que decidió inmiscuirse en la política. Amalia Granata dio sus primeros pasos en este ámbito entre 2017 y 2018 cuando se debatía en la Argentina el proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Emabarazo; identificada con quienes se negaban a dar este Derecho, consiguió hacerse un lugar en los debates públicos.

Sin embargo, cabe decir, la modelo nunca temió el expresar sus opiniones sin importar las consecuencias que estas puedan acarrearla. El conflicto por la IVE marcó un antes y un después para millones de personas en nuestro territorio; fue un momento en el que, sin dudas, el país quedó dividido en 2 sectores bien diferenciados. 

Gracias a su campaña en contra de la aprobación consiguió ganar miles de seguidores que, en 2019, la acompañaron en su campaña para ser una de las camaristas de Santa Fe. Afortunadamente para ella, los votos la acompañaron y, hoy, ocupa una banca en la cámara de Diputados de su provincia natal. No obstante, es necesario mencionar que esta aventura le valió, también, innumerables críticas de parte de quienes no siguen su línea de pensamiento.

En sus redes sociales, la comunicadora suele compartir no solo momentos de su cotidianidad y sus proyectos, sino también sus pensamientos sobre los más diversos asuntos. A su vez, es muy normal ver que haga públicas las conversaciones con sus "followers": el día de ayer fue uno estos casos. En la jornada mencionada subió un "screenshot" de un diálogo con un estudiante de la carrera de Licenciatura en Criminalística.

El "fan" de la ex del Ogro Fabbiani le contaba que, en la Universidad en la que estudia uno de sus amigos, en una materia dedicada a los Derechos Humanos le pedían que hiciera un trabajo práctico en el que demostrara la invalidez de los argumentos que suele esgrimir Amalia Granata. Ella, al leerlo, le respondió: "Es un montón". Sería importante señalar que este tipo de consignas, sin embargo, no son tan extrañas como ella cree, sobre todo en los estudios superiores, donde uno tiene que demostrar, entre otras cosas, su habilidad para el debate y la argumentación. Vos, ¿habías leído su descargo?