Cómo limpiar monedas antiguas sin dañarlas: consejos y trucos

Las monedas antiguas son objetos de valor histórico y coleccionable, pero también pueden estar sucias, oxidadas o manchadas por el paso del tiempo. Si quieres limpiar tus monedas antiguas sin dañarlas, debes tener en cuenta algunos consejos y trucos que te ayudarán a preservar su belleza y su valor.

Lo primero que debes saber es que no es recomendable limpiar las monedas antiguas en la mayoría de los casos, ya que puedes alterar su aspecto original y reducir su precio.

Solo debes limpiar las monedas que no tengan valor o que estén muy sucias y no se pueda distinguir su imagen. Además, debes evitar usar productos abrasivos o ácidos, como limpiametales, estropajos o vinagre, que pueden dañar la superficie de las monedas.

Lo más aconsejable es limpiar las monedas antiguas con agua jabonosa, sin frotar ni pulir, y secarlas con un paño suave o con acetona. Este método es adecuado para todos los metales, salvo para los de cobre. Para las monedas de cobre, puedes usar un cepillo de dientes suave y bicarbonato de sodio, frotando con cuidado y enjuagando con agua.

Otro truco para limpiar las monedas antiguas es sumergirlas en agua destilada o mineral durante varios días, cambiando el agua cada 24 horas. Este proceso puede ayudar a eliminar la suciedad sin afectar la pátina de las monedas. También puedes usar jugo de limón o kétchup para limpiar las monedas de cobre o bronce, pero solo por unos minutos y luego enjuagar bien con agua.

Recuerda que antes de limpiar una moneda antigua, debes consultar con un experto o un numismático que pueda evaluar su valor y aconsejarte si debes o no limpiarla. Así evitarás cometer un error irreparable y podrás disfrutar de tus monedas antiguas sin dañarlas.