Aprende a preparar la mejor salsa blanca con esta receta fácil y económica

La salsa blanca, también conocida como bechamel, es una preparación versátil y deliciosa que se utiliza en numerosas recetas. Desde lasañas y gratinados hasta croquetas y crepes, esta salsa cremosa aporta un sabor suave y una textura sedosa a los platos. Si deseas aprender a preparar la mejor salsa blanca, estás en el lugar correcto.

En este artículo, te presentaremos una receta paso a paso para que puedas hacerla en casa y sorprender a tus invitados con su exquisito sabor.

Ingredientes:

- 50 gramos de mantequilla
- 50 gramos de harina
- 500 ml de leche
- Sal al gusto
- Pimienta negra molida al gusto
- Una pizca de nuez moscada (opcional)

Receta paso a paso

1. En una cacerola mediana, derrite la mantequilla a fuego medio-bajo hasta que esté completamente derretida y burbujeante.

2. Agrega la harina a la mantequilla derretida y mezcla bien con una cuchara de madera o un batidor de varillas hasta obtener una pasta suave y homogénea, conocida como roux. Cocina el roux durante aproximadamente dos minutos, revolviendo constantemente para evitar que se queme.

3. Gradualmente, comienza a agregar la leche a la cacerola, aproximadamente 1/4 de taza a la vez, mientras continúas revolviendo vigorosamente para evitar la formación de grumos. Asegúrate de que cada adición de leche se incorpore por completo antes de agregar más.

4. Una vez que hayas incorporado toda la leche, continúa cocinando la mezcla a fuego medio-bajo, revolviendo constantemente, hasta que espese y alcance una consistencia cremosa. Esto generalmente lleva de 8 a 10 minutos. Si prefieres una salsa más espesa, puedes cocinarla un poco más.

5. Retira la cacerola del fuego y sazona la salsa blanca con sal, pimienta negra y una pizca de nuez moscada rallada. Ajusta los condimentos según tu gusto personal. La nuez moscada agrega un sabor suave y distintivo, pero si no te gusta, puedes omitirla.

6. Una vez sazonada, la salsa blanca está lista para usarse en tus recetas favoritas. Puedes incorporarla en platos como lasañas, gratinados, croquetas, crepes o cualquier otra preparación que requiera una salsa cremosa.

De yapa:

- Si deseas una salsa blanca más ligera, puedes utilizar leche desnatada en lugar de leche entera. Sin embargo, ten en cuenta que esto puede afectar ligeramente la textura y el sabor de la salsa.

- Si en algún momento de la preparación de la salsa blanca notas que se forman grumos, no te preocupes. Simplemente, retira la cacerola del fuego y utiliza un batidor de varillas o una batidora de mano para mezclar vigorosamente hasta que los grumos desaparezcan.

- Si prefieres una salsa aún más cremosa, puedes añadir queso rallado, como parmesano o cheddar, una vez que la salsa esté lista. Revuelve hasta que el queso se derrita y se incorpore por completo.

La salsa blanca casera es un complemento delicioso y versátil para una amplia variedad de platos. Con esta receta, podrás preparar una salsa blanca suave, cremosa y llena de sabor en la comodidad de tu cocina. ¡Experimenta y disfruta de los beneficios de agregar esta exquisita salsa a tus recetas favoritas!