Mario Massaccesi develó cuál es su pasatiempo favorito

Mario Massaccesi, reconocido periodista de extensa trayectoria, ha dejado una huella imborrable en el mundo de la comunicación con los años. Con una carrera que abarca décadas, su voz y su presencia en los medios han sido un referente para muchas generaciones.

Pero más allá de los titulares y las noticias, en una sección especial de una destacada revista, Mario Massaccesi abrió una ventana hacia un aspecto poco conocido de su vida: su amor por el arte.

Aunque su nombre se ha asociado principalmente con la información y el periodismo, confesó en dicha entrevista que su pasatiempo favorito es el arte en todas sus manifestaciones. No es sorprendente que alguien que ha trabajado con la información y las imágenes por tanto tiempo encuentre una afinidad profunda con el mundo artístico.

La colección de revistas de las décadas del 70', 80' y 90' es solo un ejemplo de su dedicación y amor por el material impreso. Este tesoro de nostalgia no solo es un recordatorio de los tiempos pasados, sino también una herramienta esencial para su trabajo. Pero el arte para él es mucho más que un ejercicio intelectual.

Develó que en su juv*ntud se recibió como maestro de dibujo y pintura, una vocación que, aunque no ejerció profesionalmente, nunca dejó de latir en su interior. A medida que los años avanzaban, encontró en las manualidades una manera de dar vida a ese interés latente. En su hogar, guarda creaciones fruto de su imaginación y habilidades, cada una contando una historia única.

Lo más interesante es su enfoque en el proceso terapéutico del arte. "En vez de estar ocupando mi cab*za en pavadas, me ocupo de algo que es creativo", confesó Mario Massaccesi. Para él, el resultado final es solo un subproducto; el verdadero valor radica en el proceso mismo. Y es esta filosofía la que lo llevó a perfeccionar la técnica de collage, donde la magia surge de recortar papelitos para construir personajes, escenarios y situaciones intercambiables, que el presentador atesora en su hogar.