De qué vive Leevon Kennedy, la supuesta hija de Marilyn Monroe y John Kennedy

Desde que Leevon Kennedy irrumpió en los medios, ya nadie recuerda cuándo, se convirtió en todo un personaje. Durante años aseguró que era la hija no reconocida de Marilyn Monroe y John Fitzgerald Kennedy, el fruto de un amor prohibido, pero cuando la familia de la actriz la demandó, cambió su historia y dijo que, en realidad, su madre era hermanastra de la artista.

Mientras los relatos más increíbles y bizarros de Leevon Kennedy fueron inundando su historia de vida, alternó sus apariciones mediáticas con períodos de silencio e introspección, donde parecía desaparecida. Ella misma se encargaría de contar que esas etapas coincidían con sus días de activa creación, ya que se presentaba como artista plástica.

Si bien ingresó a "El castillo de las mentes prodigiosas", el reality español por ser considerada una clarividente y con poderes parapiscológicos, ella contó que su principal sustento económico tiene que ver con la venta de las obras de arte que realiza.

Es así que en otoño del año paso se supo que la mediática estaba ofreciendo sus pinturas al óleo en una reconocida galería de barrio Norte. Sus trabajos se cotizaban en cifras que oscilaban entre los 4500 y 10 mil dólares. "Se venden todas", anunció en sus redes sociales y lo que más llamó la atención es que anunció el modo de adquirir las obras: "Pagos solamente en dólares o euros”.

Si bien quienes carecemos de un conocimiento en el mercado del arte pictórico no podemos evaluar técnicamente los trabajos, Daniel Gallet, el director de la galería "Los coleccionistas", realizó un análisis de las obras que ella presentó. "Poniendo su alma y fantasía al servicio de cada pincelada, transforma el ejercicio de pintar en un concentrado y prof*ndo trabajo de reflexión ".

Asimismo, asegura que en sus obras "habitan misteriosamente los fantasmas de Picasso, Monet, Manet, Gauguin y otros, en un sentido homenaje desde su propio lenguaje", al que califica como "brutal, colorido y sen**al". En el mismo sentido, señala que la artista "reacomoda paisajes desde sus experiencias de vida signadas tanto por el dolor como por la pasión, creando mágicas presencias que recuerdan las vidrieras de las Galerías de New York",

De igual modo, asegura que "tiene cada una de sus obras la carga de energía que la caracteriza en todo lo que aborda". Por lo cual, es "tan impensada y abrupta, como indispensable para conmover a quienes se detienen ante cada una de sus obras".

A la vez, el crítico cuenta que conoció a Leevon Kennedy "hace años, cuando incursionaba por la abstracción". Por lo cual, quedó sorprendido en su ultima muestra "homenajeando a Picasso, Renoir, Monet, Manet desde una factura netamente americana, latinoamericana". O sea que méritos artísticos no le faltan y viviría de las obras de arte que realiza.