Receta fácil: aprende a preparar baklava casero sin TACC como los de la abuela en 30 minutos

¡Bienvenidos a todos los fanáticos de la repostería! Hoy, vamos a aprender a preparar un delicioso baklava casero sin TACC, tal como lo hacía la abuela, y todo en solo 30 minutos.

Antes de comenzar, les contaremos brevemente la historia de Baklava. Este es un rico postre de origen oriental, especialmente popular en países de Oriente Medio y Grecia. Estamos hablando de un pastelito dulce hecho a base de hojaldre o pasta filo, nueces picadas y almíbar. Así es, una receta fácil, rápida y apta para celíacos. ¡Empecemos!

Ingredientes:

• 1 paquete de masa filo sin gluten
• 200 gramos de nueces picadas
• 100 gramos de almendras picadas
• 1 cucharadita de canela en polvo
• 200 gramos de mantequilla derretida
• 200 gramos de azúcar
• 250 ml de agua
• 1 cucharada de zumo de limón
• 1 cucharada de esencia de vainilla

Preparación:

1. Preparar el relleno: mezcla las nueces y las almendras picadas con la canela en un bol. Reserva.
2. Amontonar las capas: precalienta el horno a 180°C. En una bandeja para horno, coloca una capa de masa filo y pincela con manteca derretida. Repite este proceso hasta tener unas 8 capas. Luego, esparce una capa del relleno de nueces. Repite el proceso alternando capas de masa filo y relleno hasta terminar con una última capa de masa.
3. Cortar el baklava: antes de meter al horno, puedes darle una forma de cuadrados o rombos con un cuchillo afilado.
4. Hornear: esto será aproximadamente por unos 20 minutos o hasta que esté dorado.
5. Preparar el almíbar: mientras se hornea el baklava, en una cacerola, mezcla el azúcar con el agua, el zumo de limón y la esencia de vainilla. Cocina a fuego medio hasta que el azúcar se disuelva completamente y luego deja hervir por unos 10 minutos hasta que espese un poco.

Bañar el baklava: una vez que saques el baklava del horno, vierte inmediatamente el almíbar caliente sobre él. Deja que se enfríe completamente antes de servir.

Cuántas porciones rinde esta receta

La cantidad de porciones que rinde una receta depende del tamaño en que se corten las piezas. En el caso de la receta que preparado, si cortamos cada pieza en un tamaño de aproximadamente 5 cm x 5 cm, podríamos obtener alrededor de 20 a 25 porciones. Sin embargo, si prefieres porciones de diferentes tamaños, el número de porciones variará.

Es importante recordar que este es un postre muy rico y dulce, por lo que una pequ*ña porción suele ser suficiente para satisfacer el antojo. Además, al ser sin TACC, puede ser disfrutado por personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten.

Si estás preparando este baklava para un evento o reunión, te recomendamos hacer un cálculo de al menos una a dos porciones por persona. De esta manera, te asegurarás de que todos tus invitados puedan disfrutar de este delicioso postre.

¡Y eso es todo! Ahora tienes un rico baklava casero sin TACC, perfecto para compartir con amigos y familiares. Recordá que la práctica hace al maestro, así que no te desesperes si no te sale perfecto a la primera.

Cuánto tiempo se conservar el baklava

Se conserva bastante bien gracias a su alto contenido de azúcar, que actúa como conservante natural. Aquí te dejamos algunos consejos sobre cómo y cuánto tiempo puedes mantener:

• A temperatura ambiente: una vez que se ha enfriado completamente y el almíbar se ha absorbido, puedes almacenarlo a temperatura ambiente por unos 5 a 7 días. Asegúrate de guardarlo en un recipiente hermético para evitar que se seque.
• En la heladera:  esto puede prolongar su vida útil hasta 2 semanas. De nuevo, asegúrate de que esté en un recipiente hermético para evitar que absorba olores de otros alimentos.
• En el freezer: esto sirve para prolongar aún más su vida útil. Envuélvelo bien en papel film y luego colócalo en una bolsa de congelación. De esta manera, el baklava puede mantenerse hasta 3 meses en el freezer. Cuando estés listo para comerlo, simplemente déjalo descongelar a temperatura ambiente.

Es importante recordar que la textura del baklava puede cambiar ligeramente después de ser refrigerado o congelado. La masa filo puede perder algo de su crujiente, pero aún así estará delicioso.

Independientemente de cómo decidas almacenar tu baklava, te recomendamos que siempre lo degustes antes de servirlo para asegurarte de que aún está bueno. Si notas algún olor o sabor extraño, es mejor desecharlo y preparar un lote fresco.