Síntomas Clave del Cáncer de Pulmón: señales que no debes ignorar

El cáncer de pulmón es una condición grave que afecta los tejidos pulmonares y puede ser letal si no se detecta y trata a tiempo. Estar informado sobre los factores de riesgo, las señales de advertencia y los síntomas es crucial para prevenir y detectar el cáncer de pulmón en sus etapas iniciales. Esto aumentará significativamente las posibilidades de recuperación. El cáncer de pulmón se origina en las células que recubren los bronquios, bronquiolos o alvéolos, que son componentes esenciales de nuestros pulmones.

Las células pulmonares pueden sufrir mutaciones genéticas que las impulsan a crecer y multiplicarse de manera anormal, formando un tumor maligno que invade y daña los tejidos sanos. Este cáncer puede diseminarse a otras partes del cuerpo a través de la sangre o el sistema linfático, un proceso conocido como metástasis. El tabaquismo es una de las principales causas del cáncer de pulmón. Fumar cigarrillos, pipas, puros o cualquier producto con tabaco expone nuestros pulmones a más de 7000 sustancias químicas, muchas de las cuales son cancerígenas.

El tabaco es un factor de riesgo significativo para el cáncer de pulmón. Se estima que aproximadamente el 80% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el consumo de tabaco. Las sustancias presentes en el tabaco dañan el ADN de las células pulmonares y pueden promover su transformación maligna. Cuanto mayor sea el número de cigarrillos fumados al día y la duración del consumo, mayor será el riesgo.

Sin embargo, el tabaco no es el único factor de riesgo. También existen otros factores, como la exposición ambiental o laboral, e incluso factores genéticos, que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Es importante estar consciente de estos riesgos y tomar medidas preventivas para mantener la salud pulmonar.

Inhalar el humo de quienes fuman puede ser perjudicial, ya que contiene sustancias tóxicas que pueden dañar nuestros pulmones. Se estima que aproximadamente el 10% de los casos de cáncer de pulmón están relacionados con el humo de segunda mano. Además del tabaco, existen otros factores de riesgo:

• Exposición a sustancias carcinógenas: El asbesto, el arsénico, el radón, los gases de escape de vehículos o maquinarias, e incluso algunos productos químicos industriales, pueden aumentar el riesgo de padecer cáncer de pulmón.
• Presencia en el entorno: Estas sustancias pueden estar presentes en el aire que respiramos, el agua que bebemos o en los materiales y maquinarias que manipulamos en nuestro trabajo o en nuestro hogar.

Es fundamental estar conscientes de estos factores y tomar medidas preventivas para mantener la salud pulmonar.

A continuación te compartimos los factores de riesgo para el cáncer de pulmón:

• Asbesto: El asbesto es un mineral que solía utilizarse con frecuencia en la construcción de viviendas. Al inhalar las fibras liberadas por el asbesto a diario, estas se alojan en los pulmones, lo que podría llevar al desarrollo de cáncer.
• Radón: El radón es un gas radioactivo que se forma naturalmente en el suelo. Puede acumularse en casas o edificios con sistemas deficientes de ventilación.
• Arsénico: Este compuesto se utiliza ampliamente en las industrias. Los sistemas inadecuados de eliminación pueden provocar que el arsénico se filtre en el suelo y contamine las napas de agua subterránea. Se ha asociado con el cáncer de pulmón.

La genética como un factor dominante

Algunos genes pueden hacer que las células sean más vulnerables al daño causado por el tabaco u otras sustancias. Además, estos genes también pueden influir en la capacidad de nuestro sistema inmunológico para combatir el cáncer. Si tenemos un familiar consanguíneo que haya padecido o padezca cáncer de pulmón, esto podría indicar una predisposición a desarrollar esta enfermedad. Para confirmarlo, es necesario realizar pruebas de nuestro ADN, que nos permitirán conocer si en nuestro árbol genealógico existe alguna mutación que nos haga más propensos a enfermarnos.

Afecciones como la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la fibrosis pulmonar o la tuberculosis pueden causar inflamación y cicatrización en los pulmones. Esta inflamación puede favorecer el crecimiento de células anormales y aumentar el riesgo de cáncer de pulmón.

Un sistema inmunitario debilitado, ya sea por una infección por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el uso de medicamentos inmunosupresores o un trasplante de órgano, hace que nuestro organismo sea menos capaz de detectar y eliminar las células cancerosas.

Una dieta deficiente en frutas, verduras y fibra, el consumo excesivo de alcohol, el sobrepeso o la falta de actividad física pueden afectar nuestra salud general y nuestro equilibrio hormonal. Estos factores pueden influir en el riesgo de padecer cáncer.

Síntomas del cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón es una enfermedad sigilosa que, en sus etapas iniciales, suele pasar desapercibida sin causar síntomas notorios. Por esta razón, el diagnóstico a menudo llega cuando la enfermedad ya ha avanzado significativamente. Es crucial estar alerta ante cualquier signo de alarma o síntoma que pueda indicar un problema en los pulmones.

Uno de los síntomas a los que debes prestar especial atención es la tos persistente. La tos es un mecanismo de defensa natural de nuestro organismo para expulsar sustancias extrañas o irritantes que ingresan a los pulmones. Si experimentas una tos que cumple con las siguientes características, es importante consultar a un médico:

• Persistente: La tos no desaparece y se prolonga en el tiempo.
• Molesta: La tos es incómoda o perturbadora.
• Seca: No está acompañada de esputos o flema.

Contiene esputos oscuros o sanguinolentos: La presencia de sangre en la tos, también conocida como hemoptisis, es un síntoma alarmante que requiere atención médica urgente. Puede indicar una hemorragia en el sistema respiratorio.

Recuerda que la tos provocada por el cáncer de pulmón se debe a la irritación o bloqueo de los bronquios debido al crecimiento de las células cancerosas en los tejidos pulmonares. Si experimentas cualquiera de estos síntomas, no dudes en buscar asesoramiento médico para un diagnóstico adecuado y oportuno.

Además pueden presentarse síntomas como: 

• Dificultad para respirar (Disnea): Si experimentas dificultad para respirar, ya sea al hacer un esfuerzo o incluso en reposo, debes estar alerta. El cáncer de pulmón puede provocar esta sensación al obstruir los bronquios, comprimir los pulmones o causar un derrame pleural, que es la acumulación de líquido entre las capas que recubren los pulmones.
• Dolor en el pecho: El dolor en el pecho puede tener diversas causas, desde problemas cardíacos hasta contracturas musculares. En el caso del cáncer de pulmón, este dolor puede surgir cuando invade estructuras cercanas como las costillas, la membrana que rodea el corazón (pericardio) o al comprimir nervios circundantes. Puede ser constante o intermitente y agravarse con la respiración, la tos o el movimiento.
• Pérdida de peso involuntaria (Caquexia): La caquexia se refiere a la disminución del 5% del peso corporal en un período de 6 meses o menos, sin que se realicen dietas o ejercicios para bajar de peso. El cáncer de pulmón puede causar pérdida de peso al alterar el metabolismo, reducir el apetito, dificultar la digestión y agotar las reservas de energía del organismo. Esta pérdida de peso afecta el estado nutricional y la resistencia a infecciones.
• Cansancio persistente: El cáncer de pulmón puede provocar cansancio al interferir con la oxigenación de los tejidos, causar anemia, liberar sustancias que afectan el sistema nervioso y generar estrés o depresión. Si experimentas estos síntomas o más, no dudes en consultar a tu médico para realizar los estudios necesarios y recibir el tratamiento adecuado.