La moneda de Eva Perón más buscada por los coleccionistas

Eva Perón, o Evita, como se la conoce popularmente, fue una de las figuras más influyentes de la historia argentina. Su carisma, su labor social y su compromiso político la convirtieron en un ícono de la cultura nacional. Su imagen ha sido plasmada en diversos medios, desde sellos postales hasta billetes, pero hay una moneda que destaca por su rareza y valor: la moneda de plata de 5 pesos de 1952.

Esta moneda fue acuñada por la Casa de la Moneda de Buenos Aires con motivo del primer aniversario del fallecimiento de Evita, ocurrida el 26 de julio de 1952. La moneda tiene un diámetro de 37 milímetros, un peso de 25 gramos y una pureza de 900 milésimas. En el anverso, se puede ver el busto de Evita con el cabello recogido y la inscripción "Eva Perón 1919 a 1952". En el reverso, se observa el escudo nacional con la leyenda "República Argentina" y el valor nominal de "5 pesos".

La moneda de Evita fue diseñada por el grabador Juan Carlos Mendoza, quien se inspiró en una fotografía tomada por el periodista Gisèle Freund en 1950. La moneda fue autorizada por el decreto 15.671 del 9 de julio de 1952, firmado por el presidente Juan Domingo Perón, esposo de Evita. Se estima que se acuñaron unos 10 millones de ejemplares, pero solo se distribuyeron unos 2 millones. El resto fue retenido por el gobierno y posteriormente fundido.

¿Por qué se fundieron las monedas de Evita? Hay varias hipótesis al respecto, pero la más aceptada es que se debió a una presión de la Iglesia Católica, que consideraba que la moneda era una forma de idolatría hacia Evita. Según esta versión, el nuncio apostólico en Argentina, monseñor Antonio Caggiano, le habría pedido a Perón que retirara la moneda de circulación, a cambio de concederle el divorcio de su primera esposa, Aurelia Tizón, con quien se había casado por la Iglesia en 1929.

Otra hipótesis sostiene que la moneda fue fundida por razones económicas, ya que su valor intrínseco era superior al nominal, debido al alto precio de la plata en el mercado internacional. Según esta teoría, el gobierno habría aprovechado la coyuntura para obtener un beneficio financiero.

Sea cual sea la razón, lo cierto es que la moneda de Evita se convirtió en una pieza muy codiciada por los coleccionistas, tanto por su belleza como por su significado histórico. Según el catálogo de monedas argentinas de Jorge Madonni, la moneda de Evita tiene un valor de entre 150 y 300 dólares, dependiendo de su estado de conservación. Sin embargo, en el mercado se han llegado a pagar cifras mucho más altas, como los 18.800 dólares que se pagaron por un ejemplar en una subasta en Nueva York en 2010.

La moneda de Evita es, sin duda, un testimonio de la vida y la obra de una muj*r que marcó la historia de Argentina y que sigue siendo recordada con admiración y respeto por millones de personas.