Nicolás Cabré hizo lo impensado: la maratón de Boston

La mayoría de las personas se van poniendo retos en sus vidas y los van cumpliendo en las medidas de sus posibilidades o quizá nunca pueden hacerlo. Sin embargo, Nicolás Cabré se propuso hacerlo y nunca se detuvo en su propósito. 

Nicolás Cabré es de aquellos que se proponen lograr un cometido y se focaliza en ello hasta lograrlo. Hace meses que lo había anticipado, aunque desde el afuera no se le creía demasiado.

Sucede que el actor, quien hace más de un mes dejó el país para dirigirse hacia México, llegó a Boston, en Estados Unidos, para participar de una de las maratones más míticas.

Hace solo un par de horas el director teatral se convirtió en uno de los tantos corredores de todo el mundo que llegaron a esa ciudad a participar de una de las pruebas atléticas más exigentes del mundo, de 42 kilómetros.

Con una remera en cuyas espaldas estaban pintadas las manitos de Rufina, la hija que tiene con la China Suárez, sabía que llegaría a destino. "Van a empujarme hasta la línea final. Siempre juntos como sea", le dijo un rato antes de largar.

Luego de terminar la competencia, luciendo la medalla que le dan a todos los que terminan la prueba, contó sus impresiones. "Son muchas las sensaciones, muchos días entrenando, muchas risas, momentos dur0s, el cansancio", dijo. Pero también "alguna lesión, los dol0res, muchas mañanas frías, o muchos días de calores tremendos".

"Y todo se resume en este día, en donde sient* que soy un privilegiado haciendo lo que me gusta, cruzándome con otros corredores", enfatizó. A la vez, señaló que "estos momentos son un poco inexplicables".

Por último, colmado de felicidad por haber llegado a la meta, Nicolás Cabré agradeció a todos aquellos "que me enseñan y me apoyan para que viva estas aventuras".