SALSA BLANCA

Salsa blanca: cómo prepararla en 5 pasos

La manera más fácil de hacer esta deliciosa preparación.
sábado, 8 de julio de 2023 · 15:22

En los últimos años, la salsa blanca se convirtió en una de las preferidas, pero no solo para acompañar a las pastas tradicionales sino para distintos platos que se engalanan con esta deliciosa preparación. Así que hoy te contaremos los secretos para prepararla de manera rápida y del modo más fácil.

La salsa blanca tiene ingredientes muy fáciles de conseguir y no es difícil de realizar, pero tienes que seguir ciertos pasos para evitar que salga muy líquida o que tenga grumos si está muy espesa, con lo cual terminaremos arruinando no solo la salsa sino también el plato principal. Por lo tanto, a ponernos a la obra y hacer que nuestra Bechamel quede exquisita.

Ingredientes

  • Medio litro de leche entera
  • 70 gramos de manteca
  • 80 gramos de harina
  • Sal, pimienta y nuez moscada a gusto

Procedimiento

Aquí te contaremos los pasos a seguir para esta receta clásica.

1.Lo primero es poner leche y pimienta a gusto a cocinar en una olla, a fuego lento, pero evitar llegar al hervor, sino que hay retirarla cuanto esté caliente.

2. Luego, derretir la manteca hasta que torne líquida. Lo mejor es hacerlo en un recipiente alto, donde quepan todos los ingredientes que irás agregando.

3. Cuando la manteca se derrita, le incorporaremos la harina y mezclaremos de manera constante y lentamente, procurando hacerlo en forma de 8. Ten en cuenta que la harina debes agregarla de a poco, para que ligue con la manteca y no le queden grumos. Procura hacerlo con una cuchara de madera para evitar que se pegue. Hay que remover 1 o 2 minutos, hasta que la mezcla sea perfecta, con textura cremosa.

4. A esa mezcla debes incorporar la leche, pero sin dejar de mezclar. Continuar hasta que tenga la consistencia ideal, generalmente 2 minutos. No olvides que una vez que la retires del fuego, se espesará un poco más.

5. Ahora llegó el momento de condimentar con sal y nuez moscada, a gusto.

Eso es todo. Ya tienes lista tu salsa blanca. Es hora de agregarla a cualquier plato, sean pastas, milanesas, zapallitos rellenos o lo que prefieras. No hay excusas para no hacerla.

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