RECETA
Cómo hacer churros caseros sin TACC en solo 15 minutos: receta fácil y económica
Ideales para compartirlos con tus amigos o familia y unos mates.
Los churros son un postre típico de España y Latinoamérica, que consisten en unos palitos de masa frita y espolvoreada con azúcar. Se pueden rellenar o acompañar con chocolate, dulce de leche, mermelada o lo que más te guste. Son ideales para compartir en el desayuno, la merienda o cualquier ocasión especial.
Para hacer churros sin TACC, es decir, sin trigo, avena, cebada ni centeno, vamos a usar una mezcla de harinas sin gluten que se puede conseguir en cualquier tienda especializada o hacerla en casa. La proporción es la siguiente: 120 gramos de maicena, 80 gramos de fécula de mandioca y 80 gramos de harina de arroz. También vamos a necesitar 250 mililitros de agua, 250 mililitros de leche, una cucharadita de sal, una cucharadita de polvo de hornear y esencia de vainilla apta para celíacos.
El primer paso es poner a calentar el agua y la leche en una olla al fuego. Añadir la esencia de vainilla y la sal y esperar a que hierva. Mientras tanto, en un bol aparte, mezclar las harinas con el polvo de hornear y tamizarlas para evitar grumos.
Cuando el líquido empiece a hervir, apagar el fuego y agregar la mezcla de harinas de golpe. Remover con una cuchara de madera hasta que se forme una masa homogénea y espesa, como un puré. Hay que trabajar rápido para que no se enfríe ni se endurezca.
El siguiente paso es poner la masa en una manga pastelera con boquilla de estrella. Si no tienes una manga, puedes hacer una casera con una bolsa de plástico y un cartón recortado en forma de estrella. La idea es darle forma al churro al presionar la manga y cortar la masa con unas tijeras.
En una sartén, calentar abundante aceite a unos 200 grados centígrados. Freír los churros por tandas, dándoles la vuelta hasta que estén dorados por ambos lados. Escurrirlos sobre papel absorbente y espolvorearlos con azúcar al gusto.
Ya están listos nuestros churros sin TACC. Solo queda disfrutarlos con el acompañamiento que prefieras: chocolate caliente, dulce de leche, mermelada o lo que se te ocurra. Son tan ricos y fáciles que seguro querrás repetir.
